martes, 15 de mayo de 2018

Preocupación en el PSOE por las encuestas

El peligro de desaparición del PSOE era tan evidente que los barones del partido decidieron apartar de la Secretaría General a esa nulidad que responde al nombre de Pedro Sánchez.
Lo hicieron, pero cometieron el error de darlo por muerto políticamente y el hombre consiguió recuperar el cargo. Para ello, viajó por toda España y queda por saber quien le pagó los viajes, incluso cabría pensar que lo hiciera el propio PP, sin que el propio protagonista llegase a sospecharlo, con el fin de debilitar al partido rival.
En el episodio mediante el que Pedro Sánchez volvió a hacerse con la Secretaría General del PSOE, se vieron cosas interesantes, como la de que a Felipe González ya no le hacen tanto caso en el partido como antaño; en realidad, no le hacen ninguno. Se vio que Borrell es un bluf, porque a pesar de su talento apoyó la opción peor, quizá por egoísmo, acaso para estar en contra de Felipe González. La cuestión es que la de Borrell parecía una voz sensata en el caso catalán y aquí ya se empezó a ver que estaba con Iceta, es decir, con el PSC, que de socialista no tiene nada, porque en realidad es nacionalista. Por ahí se le han ido muchos votos al PSOE y se han dado cuenta tarde.
El eslogan elegido por Pedro Sánchez para su partido es «Somos la izquierda», y con eso está dicho todo.
Con decir que está en la izquierda, y de paso negar a otros esa posición política, ya cree que ha cumplido. También niega a otros la posibilidad de resultar mas beneficiosos para los electores. Ser la izquierda es todo en política, según él. Tamaña simpleza no puede llevar a ninguna parte. El hecho de ser de derechas o de izquierdas no garantiza nada. Hay que poner algo más sobre el tapete.

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