Aunque ya lo debe de saber todo el mundo, no está de más decir que Nicolas-Jacques Charrier es el hijo es el hijo de la actriz. Esto de comentar el asunto un día después de los demás permite saltarse la norma oficial y hablar de asuntos que otros han obviado. La vida es un misterio que nos atrapa y nos enreda.
Si Brigitte Bardot no hubiera sido tan guapa su deambular vital habría sido muy diferente. Notar sobre sí el deseo de tanta gente tuvo que crear un impacto en ella del que no se supo desprender. Digo esto porque, como afirmó, su hijo fue para ella una molestia. Nunca se sintió madre y de hecho se desprendió de él en cuanto pudo. Luego se centró en los animales. Es decir que…
Tuvo decenas de amantes, pero es dudoso que con alguno sintiera más placer que el carnal. La vanidad de haberse acostado con este, con aquel o con el otro. Se casó cuatro veces, pero también cabe deducir que estos matrimonios fueron obras de teatro y no otra cosa.
Todo lo anterior no significa que Brigitte Bardot fuera torpe, sino que tuvo que lidiar con un ambiente muy superior a ella misma. Rompió estereotipos, se mostró tal cual era, aunque todo ese modo suyo de ser no estaba en consonancia con la moral de la época, aunque supo entender cabalmente la hipocresía social, las ansias que latían en los corazones de sus críticos, de hecho si tuvo cien amantes el número de pretendientes tuvo que ser infinitamente mayor. Pensar en la vida de esta mujer agobia.
No tengo ni idea de cual puede ser el pensamiento del hijo con respecto a la madre que no tuvo, pero que al menos lo dejó vivir y de la que ahora va a heredar una buena suma. Todo anuncia que así va a ser.
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