Dios, la libertad, la inteligencia...

Unos días atrás, Periodista Digital me hizo una entrevista en la que se me preguntaron cosas que yo creo de sumo interés. Respondí como buenamente pude. De todos modos, no puedo ocultar que esas cuestiones y otras de similar jaez me las planteo continuamente. Otra cosa es que acierte con las respuestas, que a eso no está obligado nadie. Ni es posible saber tampoco quien acierta y quien no. El lado más agradable ha venido dado por los debates que estoy teniendo acerca de algunas cuestiones. Cada una de las que salieron a relucir puede dar pie a largas disquisiciones y diversos planteamientos. La aventura de vivir es apasionante, por más que haya gente aburrida que se empeñe en que todos vayamos siempre por la misma senda.

El entrevistador me presenta en la introducción como representante de Mensa España, lo cual no es cierto, pero tampoco tiene mayor importancia, según creo. Soy uno más de los socios. Y al final de la entrevista, va una pregunta sobre the International Society for Philosophical Enquiry, asociación de la que soy miembro, a la que quizá no haya llegado casi nadie, pues no cabe descartar que la gente se haya aburrido de leer y no haya llegado hasta ese punto. Debería haber más españoles asociados, tanto en una como en otra asociación. Mensa nació con un objetivo claramente altruista, quizá por un exceso de romanticismo o idealismo. Pero no debió de ser mala idea del todo, puesto que luego surgieron otras asociaciones, como la citada ISPE. Finalmente, puede llegar a ocurrir que acaben por ser necesarias. Cada vez hay más problemas y en estos tiempos se universalizan. Cuando me hacen ciertas preguntas suelo decir que no hace falta ser superdotado para llegar a presidente de una gran empresa o a político de alto nivel.

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