Que el asunto es grave lo demuestra el hecho de que Aldama ha ido con todo. Por mucho menos dimitió el Primer Ministro de Portugal, y aquí en España todos los diputados socialistas han aplaudido al presunto delincuente que preside el gobierno. También son presuntos cómplices.
Da un poco de risa recordar que Begoña Gómez, presunta delincuente, se negó a comparecer ante el juez Peinado, porque tenía un acto en Brasil, que quizá se procuró ella. Bien, pues ahora el señor juez tiene más cosas que preguntar, porque la comparecencia tendrá que ser en otra fecha y esperemos que no haya que mandar a la Guardia Civil para que cumpla con su obligación.
Pues tenemos a un gobierno señalado en masa ante un juez, por presuntamente haber cometido delitos muy graves y el partido, en lugar de sonrojarse y reaccionar, lo defiende. ¿Podrá sobrevivir el PSOE a esto? ¿Podrá sobrevivir España?
No es de esperar que los socios del gobierno lo vayan a hacer caer, porque en mejor posición que con el Felón no van a estar nunca, de modo que Feijóo debería olvidar la moción de censura. Debería explorar otras posibilidades, como utilizar la vía judicial y exigir la imputación de todos los señalados e incluso pedir la cárcel preventiva, por evidente riesgo de fuga y para impedir que sigan perjudicando a los españoles.
Es un momento delicado, que exige actuar con decisión y no de forma tímida y dubitativa, proponiendo actuaciones que se sabe que no van a ser posibles. Ayuso sería más resolutiva si tuviera la responsabilidad, por lo que es una pena que no la tenga. Lo que es evidente es que con lo que va saliendo de las investigaciones en curso y lo declarado por Aldama, este gobierno no debería estar ni un día más. El PP y Vox deberían emplearse con toda la contundencia posible.
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