La política que se sigue con los etarras resulta difícil de comprender. Aceptarla es más complicado todavía. Tras cada uno de los innumerables atentados cometidos por estos desnaturalizados sujetos, los representantes del gobierno, han compuesto el gesto más enfadado del que han sido capaces y a renglón seguido han dicho algo así: “se pudrirán en la cárcel”, “los cazaremos y todo el peso de la ley caerá sobre ellos”.
Luego, cuando ya los han cazado, juzgado y encarcelado, puede que uno se ponga en “huelga de hambre”, conviene entrecomillarlo, no vaya a ser que alguien crea que es cierto, y entonces se le cuida “para que no se muera”. Qué se va a morir, lo que hizo fue escaparse a Irlanda y allí sigue.
Otro que se estaba “pudriendo en la cárcel” era Rafael Díaz Usabiaga, al que han soltado para que vaya a darle a su madre unos cuidados que no necesita. Otros etarras han sido excarcelados porque padecían procesos depresivos o no podían dormir, presumiblemente se habrán curado todos del ataque de risa que les habrá dado. ¿A qué viene tanta solidaridad con los etarras? La Asociación Víctimas del Terrorismo, que ya consiguió librarse de Gregorio Peces-Barba, protesta por todo esto, como es lógico y razonable. Por cierto, Peces-Barba podría haber solicitado a quien procediese que antes de conceder cualquier privilegio a un etarra se solicitase la conformidad de AVT, cosa con la hubiera justificado su nombramiento como Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo.
La última noticia sobre esta cuestión es sencillamente aberrante. Los españoles vamos a pagar el tratamiento de fecundación in vitro a dos de esos repugnantes etarras, concretamente a Fernando García Jodra y Nerea Bengoa. ¿Habrán pagado ellos las indemnizaciones que les impusieron los jueces por sus crímenes? A lo mejor, las hemos pagado también los ciudadanos.
'Camaleones, desmemoriados y conversos'
'No destruirán nuestra libertad'
'Todo el amor y casi toda la muerte'
1 comentario:
Supongamos que un Nuevo Dr Rudolf Mengele. Se ha apoderado del Ministerio del Interior. Se trata de obtener una superraza de asesinos.
Sabiendo el ADN de estas nuevas criaturas tendríamos unos excelentes asesinos al servicio del estado.
Porque moralmente matar no es malo si matan a mi rival.
No hay nada nuevo los últimos días de Felipe Gonzalez, ya vimos algo así. Los funcionarios con permiso para matar.
Darío
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