La realidad del Día del Trabajo de 2010 es que hay menos trabajo que hace un año. Probablemente, Corbacho sabrá encontrar una explicación satisfactoria para sus intereses, y Zapatero sabrá encontrar al culpable, o al menos acusará a alguien. Pepiño pondrá la rúbrica.
Bueno, en algunos sectores debe de haber el mismo el mismo trabajo que ha habido habitualmente. No habrán notado la crisis los modistos de De la Vega; ni sus peluqueros; ni sus zapateros; ni sus marroquineros. Pero no sólo los de De la Vega, tampoco los de otros que también tienen muchos trajes y muchos zapatos.
Tampoco hay paro entre los chóferes de los políticos y ahora hay demanda de empleo entre ciertos tipos de intérpretes. No hay paro en los restaurantes y bares que frecuentan los políticos y es que, en realidad, no hay paro entre la clase política. Es un sector en el que no escasea el dinero. Otra cosa es que se compare le producción de algún político, Leire Pajín, por ejemplo, con la de Eduardo Punset, pongamos por caso. Y no sólo la producción, sino también pago que reciben por ella.
Tampoco hay paro en el sector sindical. ¿Cuándo comprenderá Zapatero que subvencionar a los sindicatos es un contrasentido? Sobre todo si la subvención es caprichosa. ¡Ah!, si los partidos y los sindicatos tuvieran que vivir de las cuotas, lo que les obligaría a tener que ganarse la voluntad de sus afiliados y hacer méritos para que aumentara su número. Pero cuentan con las subvenciones y con ello, en lugar de servir a sus afiliados, les indican lo que tienen que hacer.
De modo que en este Primero de Mayo, en el que ni hay trabajo, ni esperanzas de lograrlo a corto o medio plazo para quienes lo perdieron por culpa de la crisis, los sindicatos han organizado la imprescindible huelga (no hacerlo les hubiera puesto en el disparadero) con la intención clara de merecerse las subvenciones que reciben.
'No destruirán nuestra libertad'
Bueno, en algunos sectores debe de haber el mismo el mismo trabajo que ha habido habitualmente. No habrán notado la crisis los modistos de De la Vega; ni sus peluqueros; ni sus zapateros; ni sus marroquineros. Pero no sólo los de De la Vega, tampoco los de otros que también tienen muchos trajes y muchos zapatos.
Tampoco hay paro entre los chóferes de los políticos y ahora hay demanda de empleo entre ciertos tipos de intérpretes. No hay paro en los restaurantes y bares que frecuentan los políticos y es que, en realidad, no hay paro entre la clase política. Es un sector en el que no escasea el dinero. Otra cosa es que se compare le producción de algún político, Leire Pajín, por ejemplo, con la de Eduardo Punset, pongamos por caso. Y no sólo la producción, sino también pago que reciben por ella.
Tampoco hay paro en el sector sindical. ¿Cuándo comprenderá Zapatero que subvencionar a los sindicatos es un contrasentido? Sobre todo si la subvención es caprichosa. ¡Ah!, si los partidos y los sindicatos tuvieran que vivir de las cuotas, lo que les obligaría a tener que ganarse la voluntad de sus afiliados y hacer méritos para que aumentara su número. Pero cuentan con las subvenciones y con ello, en lugar de servir a sus afiliados, les indican lo que tienen que hacer.
De modo que en este Primero de Mayo, en el que ni hay trabajo, ni esperanzas de lograrlo a corto o medio plazo para quienes lo perdieron por culpa de la crisis, los sindicatos han organizado la imprescindible huelga (no hacerlo les hubiera puesto en el disparadero) con la intención clara de merecerse las subvenciones que reciben.
'No destruirán nuestra libertad'
1 comentario:
Saludos a todos por este día "de los trabajadores y trabajadoras", tan significativo y a la vez tan controvertido, por lo escaso e inestable que está en todo el mundo.
Porque haya mejores condiciones de trabajo y que las políticas laborales busquen la equidad para todos.
AnnaTeresa
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