martes, 5 de septiembre de 2017

¡Ojo con la islamofobia!

«- Sura 5:51: ¡Creyentes! No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío.
- Sura 8:12: Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: "Yo estoy con vosotros. Confirmad, pues, a los que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. ¡Cortadles el cuello, pegadles en todos los dedos!".»
La consigna es integrar a los musulmanes, sobre todo en Cataluña, porque como no hablan español les costará menos aprender catalán. A los hispanoamericanos les cuesta más entender que tengan que aprender catalán.
Los musulmanes pueden planificar los atentados sin que nadie los moleste ni les pregunte qué es lo que piensan conseguir con eso.
Y una vez que los han llevado a cabo enseguida se instala el observatorio de la islamofobia, para cortar de raíz todo conato en ese sentido.
Porque todo el odio ha de centrarse en el PP, partido al que se ha concedido el monopolio de defender lo español, y tampoco lo español, sino la razón, la sensatez, la ley. No se puede, según ellos, malgastar ni una brizna de odio, todo ha de estar enfocado al PP.
La cristianofobia sí está permitida y si una desvergonzada entra en tetas en un templo, hay que aplaudirla. Si dicen ¡arderéis como en el 36! es libertad de expresión.
Si una guarra mea en la calle y, además, se ufana de ello es posible que le den un cargo en el ayuntamiento de Barcelona.
Si alguien protesta, siquiera sea tímidamente, de que no se hubieran puesto marmolillos en las Ramblas, responde Colau que no los pusieron para que pudieran pasar las ambulancias, pero es que no se había dicho que tuvieran que ponerlos después del atentado, sino antes.
O sea que con esta gente no hay quien se aclare, o sí. Lo único que les preocupa es la islamofobia.

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