jueves, 7 de junio de 2018

El problema del gobierno de Sánchez

Aparentemente, Pedro Sánchez ha formado un gobierno pinturero, con la intención de dar el esquinazo a unos y reducir a otros, para finalmente ganar las próximas elecciones por mayoría absoluta.
Trata de calmar a los mercados, a la Unión Europea, a los cuerpos policiales, a todos en resumidas cuentas. Salvo a las víctimas del terrorismo, como si no tuvieran nada que decir, como si no tuvieran derechos.
Él mismo se cree que ha hilado muy fino en la formación del gobierno, pero los demás estamos a la expectativa, porque sospechamos que haya puesto cuatro o cinco floreros, no necesariamente mujeres, para que otros, u otras, hagan el trabajo sucio mientras nos entretenemos con el brillo de esos.
Pero eso no es todo, ese gobierno ha sido conseguido mediante un pacto con todos los demonios del infierno, o casi todos, y quienes han aceptado ser ministros en esas condiciones que no tienen el menor respeto por los ciudadanos, sino que lo suyo es egoísmo puro y ausencia total de vergüenza. Un gobierno de este calibre, lógicamente, no puede inspirar ninguna confianza, aunque aparentemente sea así.
La otra cuestión es que el nuevo presidente del gobierno se cree más listo que sus socios y piensa que está en posición de ventaja con respecto a ellos. Ambas cosas podrían ser ciertas, no lo niego; lo ocurre es que sus socios, aún en el caso de que sean menos inteligentes que él, son, al menos, igual de retorcidos y malvados. No se van a dejar pasar la mano por el lomo tan fácilmente, sino que le van a preparar emboscadas y jugarretas, no ya con el fin de descabalgarle de la presidencia, sino para frustrarle en su pretensión de engatusar al electorado.
Sin contar con que el PP tiene la mayoría en el Senado y llevará a cabo todas las acciones que piense que le pueden favorecer electoralmente.

No hay comentarios: