miércoles, 27 de junio de 2018

Eso no lo ha dicho Rufián

Resulta sorprendente que haya perdido esta ocasión de hacer el ridículo. Ya se sabe que su modo de vida está basado en las paridas que suelta, que le granjean las simpatías de personas poco avisadas que luego le votan, con lo cual logra un sueldo exageradamente alto para sus capacidades.
Pero el ridículo lo ha hecho otro que cogió el dato al vuelo. Vio que alguien enarbolaba una bandera española encima de un coche y ni corto ni perezoso lanzó el tuit: «Por subirse a un coche hay gente en la cárcel...».
Era Pablo Casado subido a su propio coche. El que lanzó el tuit el 25 de junio a las 0’25 horas es Gonzalo Boye.
La Constitución dice: «Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social ...». Dejando aparte, porque no es la cuestión, que este artículo es ñoño y sin sentido y seguramente se debió a la iniciativa de Gregorio Peces-Barba, aunque no cabe descartar que fuera apoyado inmediatamente por otros benditos corazones de entre los que participaban en la redacción del texto constitucional, es evidente que este Boye no se ha reinsertado; no lo reeducaron bien. Se nota claramente que tiene la misma mala idea que la que le llevó a delinquir. Puesto que lo soltaron bastante antes de que cumpliera la pena hay que concluir en que debieron tenerlo más tiempo en la cárcel, para ver si así le entraba mejor la letra, para intentar dotar a su cerebro de la capacidad de elaborar buenas ideas. Incluso se puede pensar que el tribunal que lo juzgó fue benévolo con él y le impuso una pena más suave de lo que debiera.
En cualquier caso, ahí está su burrada para los anales, que no tiene nada que envidiar a cualquiera de las muchas cuya autoría corresponde al Rufián.

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