viernes, 26 de septiembre de 2025

Petro está asustado

 

No es para menos. Si cae Maduro su futuro es más que incierto, por lo cual está haciendo lo posible para sostener a su amigo. Ya propuso semanas atrás hacer un frente común con los ejércitos de Venezuela y de Colombia, lo cual es muy difícil de conseguir porque los venezolanos no tragan a su dictador y los colombianos se están desengañando mucho con Petro.

Puesta en el limbo la idea anterior, por su dificultad extrema y porque no hay constancia de que Estados Unidos vaya a invadir Venezuela, ahora ha visto una circunstancia peor: algunos buques estadounidenses andan por el Caribe y no de manera ociosa, sino que van interceptando narcolanchas y acabando con ellas rápidamente. Ningún país del mundo ha protestado, tan solo lo ha hecho Petro, de un modo tan ridículo que deja claras las cosas. ¿Por qué en lugar de imaginar lo que le conviene no pide pruebas a la armada estadounidense? Piensa que aún estamos en 1980, por decir una fecha en la que sus afirmaciones podían tenerse por sensatas. Estamos en 2025 y a nadie le cabe ninguna duda de lo que había en esas embarcaciones.

Petro, que estuvo en las FARC, como también Sheinbaum, no solo se fija en la droga que se destruye, sino también y quizá sobre todo en las reacciones que generan esas actividades en los venezolanos que esperan expectantes la caída de Maduro. Veremos qué pasa con él, que también está muy acobardado y deseando rendirse, para lo cual quiere exigir garantías. Le va escribiendo cartas a Trump, lo que evidencia que también está muy pendiente de su entorno y teme una emboscada, que podría producirse en cualquier momento. Tiene unos pocos fieles, que no le pueden dar la espalda, pero fuera de ellos ya nada. Hay otros muchos que simulan obedecer ciegamente, pero que esperan que la ocasión sea propicia para actuar. Maduro está seco.

Esos libros míos




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