lunes, 22 de septiembre de 2025

Este mundo está podrido

 

Lo sabemos desde siempre. Pero no, lo deberíamos saber desde siempre. No queremos saberlo. Los terroristas de Hamás, como todos los terroristas, son unos desalmados sin apenas posibilidad de redención. Cuando toda Gaza está surcada por pasadizos subterráneos cabe preguntar: ¿cómo es posible que se haya consentido esto? Y otra pregunta: ¿cómo es posible que los terroristas pudieran invadir Israel?Lo sabemos desde siempre. Pero no, lo deberíamos saber desde siempre. No queremos saberlo. Los terroristas de Hamás, como todos los terroristas, son unos desalmados sin apenas posibilidad de redención. Cuando toda Gaza está surcada por pasadizos subterráneos cabe preguntar: ¿cómo es posible que se haya consentido esto? Y otra pregunta: ¿cómo es posible que los terroristas pudieran invadir Israel?

Hamás ha amenazado a los rehenes: su destino será el de Ron Arad. O sea, torturados hasta la muerte. Hay algo en este mundo que no se termina de entender. Se les dio un territorio a los judíos, que era precisamente el que ellos querían, pero luego se les dejó solos en medio de la marabunta de odio y rencor. Los árabes debieron dirigir su furia hacia el Reino Unido, que fue la potencia encargada de conseguir el territorio y entregárselo. Y también hacia los países aliados. Pero no, dirigieron su furia directamente hacia los judíos, a los que han jurado echar al mar. Los judíos llevan muchos siglos resistiendo todo y muriendo de mala manera en cantidades grandes. Los árabes llevan unos cuantos siglos torturándose a sí mismos con una religión estéril y falsa. Este credo, puesto que es absolutamente falso, se acabará y ellos tendrán que encontrar otros modos de vida. A partir de aquí dejarán de vivir en el tercer mundo, o el cuarto o el quinto. Todo será de otra manera. El islam habrá muerto, pero el pueblo judío seguirá vivo. En Israel o en donde sea. Eso no quiere decir que yo sienta simpatía por los judíos, pero antipatía tampoco. Tienen, como todos, derecho a vivir. Lo ideal y justo es que lo hagan en Israel, lugar en el que por fin han logrado asentarse, y que para ello no tengan más remedio que anular la capacidad bélica de Irán. El mundo está loco por permitir que pasen estas cosas.

Hamás ha amenazado a los rehenes: su destino será el de Ron Arad. O sea, torturados hasta la muerte. Hay algo en este mundo que no se termina de entender. Se les dio un territorio a los judíos, que era precisamente el que ellos querían, pero luego se les dejó solos en medio de la marabunta de odio y rencor. Los árabes debieron dirigir su furia hacia el Reino Unido, que fue la potencia encargada de conseguir el territorio y entregárselo. Y también hacia los países aliados. Pero no, dirigieron su furia directamente hacia los judíos, a los que han jurado echar al mar. Los judíos llevan muchos siglos resistiendo todo y muriendo de mala manera en cantidades grandes. Los árabes llevan unos cuantos siglos torturándose a sí mismos con una religión estéril y falsa. Este credo, puesto que es absolutamente falso, se acabará y ellos tendrán que encontrar otros modos de vida. A partir de aquí dejarán de vivir en el tercer mundo, o el cuarto o el quinto. Todo será de otra manera. El islam habrá muerto, pero el pueblo judío seguirá vivo. En Israel o en donde sea. Eso no quiere decir que yo sienta simpatía por los judíos, pero antipatía tampoco. Tienen, como todos, derecho a vivir. Lo ideal y justo es que lo hagan en Israel, lugar en el que por fin han logrado asentarse, y que para ello no tengan más remedio que anular la capacidad bélica de Irán. El mundo está loco por permitir que pasen estas cosas.

Esos libros míos



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