Aclaro que es un asunto que, en principio, no me afecta, porque yo ni lo hablo, ni lo entiendo, ni tampoco lo entenderé nunca. Pero aclaro ahora que sí que tiene que ver conmigo porque yo lo pago. Como todos los contribuyentes. No hay nada que hacer con esto, puesto que el BOE lo tiene Sánchez, aunque no lo va a tener siempre, piense lo que piense el sujeto.
Ha decretado, para complacer al prófugo, que las empresas se dirijan en catalán a sus clientes. ¿A qué grado de estupidez hemos llegado? ¿Se creen que las empresas van a obedecer? Antes cerrarán.
Los catalanistas se han gastado mucho dinero, de los contribuyentes, lógicamente, en imponer el catalán en Valencia, de modo que los valencianos somos los más endeudados de España y los que, por tanto, pagamos los impuestos más altos, pero lo que se habla es el inglés, del que no hay ninguna promoción, ni nada parecido. La gente sabe que con el español y el inglés va por el mundo, mientras que con el catalán no va a ninguna parte. El hecho de que el botarate que preside el gobierno, que el que ha puesto la estúpida medida que comento, haya hecho una donación a la nefasta y traicionera Academia Valenciana de la Lengua lo deja todo claro. También aquí tenemos a un Mazón que más valdría devolverlo a Alicante y poner en su lugar a alguien con determinación y deseo de servir a los valencianos. Este es un casadista rezagado.
Lo que se consigue con estúpidas payasadas como las que comento es que la gente cada vez le tenga más tirria a la lengua impuesta. Esto mismo está ocurriendo también en Cataluña, en donde cada vez se habla menos catalán, lo que ocurre es que los ruidosos ocupan el poder y lo contaminan todo.
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