miércoles, 29 de octubre de 2014

Rajoy pide perdón

Hemos de darnos con un canto en los dientes si pensamos que la alternativa era Rato. ¡Cuanta suerte hemos tenido! O si recordamos que su antecesor en el cargo fue Zapatero, sujeto que todavía no es consciente del daño que hizo.
Pero de ahí a pensar que Rajoy es un santo va un trecho. Por supuesto que ya se veía de lejos que Rajoy no iba a ser capaz de resolver los enredos perpetrados por Zapatero. Él mismo sabe que no es capaz, de modo que deja que se resuelvan ellos solos. Lo que mejor sabe hacer Rajoy es dejar pasar el tiempo, mientras él está agarrado a lo que tiene. Y no piensa soltarse.
Pero el pobre Rajoy no sólo tiene los problemas que le dejó Zapatero, sino que también le han surgido otros dentro de su partido, quizá por su afición a mirar la luna, pero esto no está claro.
Cuando estaba en la oposición ponía como ejemplo a Camps, y esto ya era una pista sobre su capacidad intelectual. Ahora que ya lleva tiempo como presidente utiliza a Barberá como referente de gestión en los ayuntamientos. Vamos bien, Rajoy, vamos bien. Hablando en plata: sigue mirando la luna.
Ahora pide perdón por no haber sabido elegir a determinados cargos. ¿En qué nivel está Rajoy? ¿En el mismo que Pedro Sánchez o Pablo Iglesias?
No se trata sólo de saber elegir personas, cosa para la cual Rajoy, evidentemente, no está dotado. No hay más que ver su lista de ministros, del mismo nivel que la de Zapatero. De lo que se trata es de que haya división de poderes. De que el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo sean independientes uno del otro. El ser humano es corrupto por naturaleza. Se trata de sentar las bases para que la corrupción pueda ser atajada de raíz. Lo de que el miedo cambie de bando es propio de la mala gente.

No hay comentarios: