A Ciudadanos no le interesa formar
gobierno con el PP y el PSOE, porque sería poco menos que un
apéndice y correría el riesgo de diluirse. En cambio, en un
gobierno con el PSOE y Podemos sí que tendría protagonismo y
posibilidades de crecer como partido.
La única posibilidad de Podemos consiste
en pactar con el PSOE y Ciudadanos, pero quiere hacerlo en unas
condiciones favorables. También juega con la baza de que si se
repitieran las elecciones podría salir ganando.
La opción de Pdr Snchz consiste en
convertir en victoria su fracaso electoral, lo que pasa por
convertirse en presidente. Pero esto último es un problema para su
partido, porque un gobierno formado por el PSOE/Podemos y Ciudadanos
está condenado al fracaso. Aparte de eso, la Unión Europea, con sus
órdenes, lo haría inviable. Y hay que contar con el hecho de que el
PP controla el Senado, por lo que podría acelerar su hundimiento. El
PSOE saldría muy mal parado de la experiencia y los votantes
quedarían escaldados, porque habrían notado los efectos del fracaso
en sus bolsillos.
Rajoy se ha visto varias veces contra las
cuerdas y ha tenido un golpe de suerte o se ha beneficiado de alguna
torpeza de sus adversarios. Tras su segunda derrota con Zapatero iba
a dimitir y cederle el testigo a Aguirre, pero entonces Camps pensó
que si ocurría esto se le pasaría el arroz, así que decidió
apoyarle, pensando que cuatro años después volvería a perder y en
ese momento ya podría postular él para presidente del PP. Esta
maniobra de Camps no le sentó bien a Pedro J., que había apostado
por Aguirre.
La torpeza de Zapatero le aupó luego a
la presidencia del gobierno, lo que ocurre es que para resolver el
desastre que se encontró hace falta un valor del que no dispone.
El problema para los españoles es que
las alternativas a Rajoy no son mejores que él y en el PSOE lo saben.
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