martes, 16 de febrero de 2016

Snchz ha de caer

El Secretario General del PSOE tiene dos opciones. La primera consiste precisamente en dimitir de ese cargo, y no tiene muchas ganas. La segunda es convertirse en presidente del gobierno, para que el fracaso electoral pueda ser visto como una victoria.
El problema es que para ser presidente del gobierno ha de caer en manos de Podemos, que a cambio de su apoyo tiene unas exigencias inconstitucionales en el ámbito de lo legal y calamitosas en el campo de lo económico. Y no queda ahí la cosa, la propuesta incluye unos cuantos disparates más.
Pablo Iglesias conoce perfectamente las necesidades de Snchz y lo chulea de forma descarada. El líder de los socialistas está dispuesto a soportar lo que sea con tal de ser presidente, eso lo ve todo el mundo; el problema es que no lo hace en nombre propio, sino en el de su partido. Tiene el poder y al dejarse humillar, consiente que sean humillados también los socialistas, y parece que no pueden hacer nada para impedirlo. Felipe González, que no tiene la grandeza muchos se empeñan en atribuirle, ya ha renunciado a defender la dignidad de su partido. Hay mucha diferencia entre su actitud y la de dos señoras, Consuelo Ordóñez y Maite Pagazaurtundúa, que jamás renunciarán a defender la dignidad de aquello por lo que luchan y, como consecuencia, de todos los españoles.
Pero el PSOE no es sólo Felipe González, ni tampoco Pdr Snchz. Si se comiera el pastel que le propone Podemos se envenenaría y podría darse por cierta su desaparición a corto plazo. Un partido puede soportar un grado bastante alto de corrupción y traiciones varias, pero si pierde los ideales y pasa a ser una simple maquinaria para conseguir o conservar el poder está perdido. Saldrán unos cuantos socialistas arrojados, que dando una lección a Felipe González, se sacrifiquen para salvar al partido y den un puñetazo en la mesa.

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