domingo, 7 de febrero de 2016

Pablo sorprende a Pdr

El candidato socialista a la presidencia del gobierno se presentó en la gala descorbatado, demostrando una vez más que no sabe por dónde va, puesto que en su afán por hacer guiños a cierto público pierde los papeles una y otra vez.
En cambio, el desfachatau Pablo acudió correctamente vestido a la misma gala. El término 'desfachatau' lo he encontrado en el 'Manual de insultos para políticos', de Pancracio Celdrán Gomariz, en donde se informa que se usa en Aragón. Pero no es el único de los contenidos en ese libro que se le pueden aplicar al sujeto.
Dada la gran cantidad de votos que han obtenido él y su tropa resulta alarmante su desprecio por los usos y hábitos democráticos.
Ya sabíamos que los nacionalistas de todo pelaje son refractarios a la democracia. Se les aceptó la fórmula 'por imperativo legal' cuando juraban la Constitución y otros lo han hecho peor todavía.
Un político elegido democráticamente y que se dispone a ejercer las labores que se derivan de dichas elecciones tiene que comenzar por ser leal a los ciudadanos. De modo que habría que inhabilitar de inmediato a quien tomase la jura de la Constitución por un acto circense.
La Constitución es el marco legal que se han dotado los ciudadanos para facilitar la convivencia entre todos. Puede considerarse mejor o peor, se le pueden encontrar defectos y criticarla, pero mientras esté en vigor hay que acatarla. Quienes no lo hacen demuestran poco aprecio a la democracia y deben ser sancionados mediante multa o pena de cárcel.
El Rey representa a todos los ciudadanos, sean monárquicos o no. La forma de Estado de España es la monarquía y mientras sea así respetar al Rey es respetar a los ciudadanos. Faltar al Rey es faltar a los ciudadanos. En visita oficial hay que presentarse ante el Rey con el atuendo reglamentario. El Rey no debería recibir a quien no cumpliera este requisito.

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