lunes, 7 de marzo de 2016

Los barceloneses aprueban a Colau

Según una información aparecida en El Saqueo Catalán, el resultado de la última encuesta de servicios del Ayuntamiento de Barcelona es que ocho de cada diez barceloneses aprueban la gestión de Colau.
Resulta difícil de creer, pero debe de ser cierto, puesto que he leído artículos en los que periodistas de prestigio celosos de su independencia, a pesar de que viven en Barcelona, contemporizan con ella. Se hacen eco de su popularidad, vamos. Otro indicio de que su popularidad es alta es el desparpajo con que dice sus burradas. Ahora, por ejemplo, se dispone a cambiar la palabra homenaje por mujeraje, en catalán, claro. Colau es de estas personas que pretenden acabar con la prepotencia actuando de modo prepotente, lo cual nos viene a decir que su intención consiste en sustituir al prepotente. La palabra homenaje surgió en un momento determinado de la historia para un motivo concreto y en nuestros días se usa de forma metafórica. No parece buena idea forzar las cosas.
Hace poco se refirió a “la derecha vengativa”, en otra de sus frases que no resisten ningún análisis y que demuestran su talante sectario. El motivo de la frase se debió al encarcelamiento de ciertas personas por haber montado un espectáculo horrendo. Colau se inmiscuye en la labor de la justicia, como cualquier dictador, es sectaria e inculta.
Sin embargo, a los barceloneses les gusta o lo toleran y cabe concluir de todo esto que el nacionalismo ha hecho mucho daño, y lo sigue haciendo. Ya se ve que deteriora gravemente el entendimiento de las gentes.
Barcelona fue un foco de cultura, con una luz muy potente, pero esta ideología tan nefasta y reñida con la democracia ha ido estrechando el campo de visión de las gentes, hasta el punto de que ha salido elegida una señora casi analfabeta, que se ha rodeado de seres mezquinos y maleducados y la mayoría de la población aprueba eso.

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