domingo, 20 de marzo de 2016

Puigdemont pretende acoger refugiados

En realidad, lo que pretende este pájaro de cuenta, conocido como El Mocho, es mostrar superioridad moral con respecto a España, pero esto sería sólo un efecto óptico, porque ¿cómo los iba a atender sino con dinero español?
No tiene competencias para asumir esa iniciativa, que, por tanto, es inmoral. Es curioso que pretenda parecer solidario mediante una actitud indecente, que además sabe que no va tener ningún resultado. El caso es que los catalufos se lo creen, lo que demuestra el grado de estupidez que ha logrado inocular el nacionalismo en la sociedad catalana y que eso le ha servido para salir en los periódicos generando más confusión, habida cuenta de lo revuelto que está el patio, en donde el que más habla del amor se lo niega al más guapo (eso nos salva por ahora de la catástrofe).
El nacionalismo nunca puede ser solidario, puesto que es una ideología basada en el egoísmo más primario, que tampoco duda en alimentarse del odio.
En España hay mucha gente que no puede poner la calefacción en invierno ni la refrigeración en verano por falta de presupuesto. Esta circunstancia puede ser mortal para algunos. Y es sólo una de las muchas carencias que hay en nuestro país. Y quienes las sufren han de ver cómo el dinero de los impuestos, una parte de los cuales podría servir para aliviar sus necesidades, se gasta en pagar políticos inútiles, en obligar a estudiar lenguas que en la mayoría de los casos serán olvidadas rápidamente, en embajadas estúpidas, referendos ilegales, y en subvencionar asociaciones que promueven rancios imperialismos.
El rancio catalanismo está absorbiendo unos recursos humanos y financieros que son necesarios para atender a las personas normales que tienen necesidad.
Que Puigdemont, Junqueras, Raholeras y otras eras quieran presumir de solidaridad es una burla indecente a la solidaridad. Es una tomadura de pelo a los refugiados.

No hay comentarios: