martes, 25 de noviembre de 2014

Montoro no encuentra a los ricos

Creo que fue en un programa de La Clave, durante el mandato de Felipe González, donde un experto fiscal explicó que a partir de unos ingresos de ocho millones de pesetas anuales se podía acceder a una serie de posibilidades que manejadas con tino permitían pagar menos impuestos. Puntualizó el experto que el sueldo de los ministros era de ocho millones.
Han seguido pasando gobiernos y las cosas siguen igual o peor. El ministro actual, que se llama Montoro, y los anteriores cuyos nombres más vale no recordar, siguen mirando con la lupa las declaraciones de aquellos que tienen bajo control, mientras permiten que una gran cantidad de gente pueda eludir sus obligaciones con Hacienda.
Dice uno de estos despabilados que se han apuntado a vivir del dinero público que negociarán con los ricos. Esperándolos están los ricos para atenderles amablemente. De lo que se trata es de conseguir que la Hacienda Pública pueda hacer su trabajo con eficiencia, para que cada cual pague lo que según la ley le corresponde.
Habría que reducir a límites razonables el fraude fiscal, y evitar la sospecha generalizada de que Hacienda deja prescribir muchos expedientes. Y aparte de eso ocurre que muy pocos contribuyentes declaran unos ingresos acordes con lo que se ve por las calles, en donde se ve mucha opulencia, pero todo eso luego no se traduce en ingresos para el Estado.
En España hay muchos políticos muy gastadores y muy pocos contribuyentes que paguen lo que deben. Y se va viendo a través de los sucesivos gobiernos que no hay voluntad de arreglar esto, porque las oligarquías, a las que pretenden incorporarse unos cuantos, son egoístas por naturaleza. Hasta el momento, y a través de los siglos, todos los gobiernos españoles han estado al servicio de las oligarquías. También los autonómicos y especialmente los nacionalistas.

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