domingo, 28 de mayo de 2017

¿Pitaban al Rey?

Pues no, no le pitaban al Rey, me pitaban a mí, porque el Rey acudió en representación mía y de otras muchas personas. De todas las personas, concretamente.
Los de la pitada dieron pie a que se recordara a sus padres y a sus madres, porque desde luego que no hicieron un buen trabajo con ellos. No les inculcaron las virtudes cívicas, ni a respetar la palabra dada, ni a comportarse con decoro.
Esos que pitaban estaban traicionando a todos los españoles, incluso a los que pitaban con ellos, pero es difícil que un mastuerzo pueda comprender este concepto, y los que pitaban son mastuerzos en grado superlativo.
El Rey asistió al partido en representación de todos los españoles, y los que pitaban, les guste o no, son españoles, por tanto, se pitaban también a sí mismos. O sea, que son maleducados y torpes.
Todo lo que hacen o dicen esos que no quieren ser españoles, que es como si dijeran que no quieren ser rubios, o morenos, o altos, o bajos, tiene mucho que ver con el esperpento y poco o nada con la seriedad.
Pitan al Rey porque es gratis y se puede hacer de forma impune. Si quienes lo hacen tuvieran la capacidad de discurrir sobre el asunto y hubieran conservado también la de avergonzarse lo pasarían mal. Así las cosas, el hecho de que tengan las capacidades cerebrales dañadas viene a ser una ventaja, porque evidentemente tampoco gozan de arrestos para actuar de acuerdo con sus razonamientos, sino que lo suyo consiste en hacer lo mismo que las gentes de su entorno, sea lo que sea lo que haga este entorno, generalmente cosas que no tienen sentido ni lógica, pero todos hacen lo mismo y eso les basta. Ahora sale el Rey y le pitan y ríen gozosamente por la ‘hazaña’ que han llevado a cabo, sin percatarse de con ello se han ido a situar un centímetro por debajo del cerdo.




No hay comentarios: