lunes, 11 de diciembre de 2017

La indignidad de unos bomberos

Unos bomberos que fueron de uniforme a Bruselas, para solidarizarse con unos presuntos delincuentes que andan de turismo por allí, hablan de dignidad, como si supieran lo que es.
Lo que hicieron es contrario a la ley, para empezar, y merecedor de un castigo del que no deberían escapar. No sería digno de una democracia que quedaran impunes.
Podrían haber ido de forma privada, pagándose el viaje de su bolsillo y en este caso no habrían infringido ninguna ley, pero su actitud sería igualmente indigna, porque lo digno consiste en respetar la ley y a los encargados de aplicarla.
Como bomberos, tienen la obligación de ceñirse estrictamente a su trabajo, al igual que ocurre en cualquier otra actividad de la función pública.
Como ciudadanos tienen la obligación de cumplir la ley, y en su caso esta obligación es mayor dada su condición de funcionarios. Puesto que es el Estado quien les paga su salario, deben comportarse de forma leal. El Estado está representado en Cataluña por la Generalidad y si su gobierno ha sido destituido y sus miembros están a disposición del juez, es precisamente porque se les acusa de no ser leales al mandato que tienen encomendado, que es el de servir a los ciudadanos, cumplir y hacer cumplir las leyes.
Solidarizarse con quienes presuntamente han sido desleales al Estado es una actitud indigna e impropia de personas que también cobran del Estado.
Esos bomberos han olvidado el temario que tuvieron que aprender para ingresar en el Cuerpo, o acaso entraron a dedo.
Que sean tan pueriles que para justificarse invoque un acto ocurrido 80 años atrás por otros bomberos, en otras circunstancias muy distintas, no hace más que añadir indignidad a su acción, que además es estúpida, porque al perjudicar a España con su gesto se perjudican a sí mismos. También a otros muchos. España está perdiendo mucho dinero por culpa de los nacionalistas.

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