martes, 20 de noviembre de 2018

Borrell intenta restablecer su prestigio

Dice a tal fin que ‘lo normal’ es que los presupuestos se presenten en el Congreso, pero su señorito ya ha dicho públicamente que no lo va a hacer y además que los impondrá por las bravas.
Él, que siempre tiene la palabra ‘democracia’ en la boca -dime de qué presumes y te diré de qué careces-, ni respeta a los que no piensan igual, ni a los que hacen su trabajo -los jueces-, ni a los que son pisoteados por estar dentro de la ley -los catalanes-. Borrell cree que con decir eso ya ha salvado su prestigio. Pues no, lo correcto sería que dimitiera.
También se refiere ahora, cuando todo el pescado está vendido, Gibraltar, pero otra vez fue su señorito, Pedro Sánchez, él sabrá por qué, quien dejó perder la ventaja que había logrado el gobierno de Rajoy.
Todos y cada uno de los componentes de este gobierno -arropado por golpistas, filoetarras y podemitas- están moralmente desprestigiados por el simple hecho de pertenecer a él, pero es que luego han ido saliendo a luz pública detalles suyos, en algunos casos espeluznantes, que agravan la cuestión.
Pasando a los detalles personales, Borrell consiente el derroche de fondos públicos -dinero de los trabajadores tirado al mar- al permitir las embajadas catalanistas.
Marlasca tolera que le llamen maricón, como si fuera el único homosexual español, como si los demás no tuvieran derecho a ofenderse. Pero es que a esto hay que añadirle otros hechos graves, como que proteja a Pablo Iglesias de sus fans, poniéndole protección permanente y permita que acosen al juez Llarena, que ya se va viendo que tiene más dignidad que él.
Y por ahí, todo seguido. Han puesto a Tezanos para que les haga las encuestas. Olvidan que Zapatero siempre se sintió ganador frente a Rajoy y así lo atestiguaba el CIS. Pero ocurrió que Zapatero era tan mal gobernante como Sánchez y la economía española se fue a pique. Lo mismo va a ocurrir pronto.

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