Se conoce que alguien del PP de Bilbao ha
dado por buena la Ley de la Memoria Histórica, cuyo nombrecito ya se
las trae, porque mezclar memoria e historia me parece complicado, y
pedido que retiren las calles a algunos personajes, incluyendo entre
ellos a Sabino Arana.
Pero el partido está en trance de
negociar con los nacionalistas, porque la colaboración del PSOE no
da para mucho, así que frenará la petición.
Creo que Sabino Arana debe tener una
calle en Bilbao, pero por motivos distintos a los que puede esgrimir
el partido de Rajoy.
El hecho de que un orate como Sabino
Arana tenga una calle dedicada da cuenta de hasta qué punto se ha
instalado la insania en la sociedad vasca. Hay que tener en cuenta
que este sujeto, que indudablemente estaba muy mal de la cabeza, es
el fundador del PNV, el partido que viene ostentando el poder de
forma casi ininterrumpida en el País Vasco.
El pensamiento de este demente ha
generado también una banda terrorista que ha condicionado de forma
notable la vida en el País Vasco, embruteciendo a no pocos de sus
habitantes y la vida política de toda España.
De modo que es importante que este
elemento tan pernicioso tenga una calle dedicada, para no olvidar que
existió y para no olvidar tampoco que unos políticos lo
consideraron digno de tener una calle dedicada.
Es toda una lección de historia, porque
sirve para explicar la mayor parte de las cosas que vienen ocurriendo
por aquellos lares, en donde se homenajea a los asesinos y se insulta
y agrede a sus víctimas y todo eso bajo la mirada complaciente y
quien sabe si algo más de ese partido construido sobre las
enfermizas ideas de un individuo enloquecido por el odio y el afán
de hacer el mal.
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