miércoles, 24 de abril de 2019

Demagogia con las pensiones

Se conoce que el número de los que están dispuestos a dejarse engañar es tan elevado que continuamente se hacen promesas electorales que son pura filfa.
Como aquellos elevados intereses que prometía Madoff, y también algunas entidades aquí en España. Un listillo me dijo: he invertido mi dinero en las preferentes, porque así hago un servicio a la patria y encima gano dinero.
Dice ahora cierto cara dura, y esta condición suya está muy contrastada, que blindará las pensiones en la Constitución. Y, como he dicho, los habrá que lo crean. Los mismos que si la promesa hubiera salido de boca de otro dirían que eso es imposible. Y claro que lo es.
La única manera de garantizar las pensiones es que haya dinero para pagarlas. Todo lo demás es agua de borrajas. Y para conseguir que haya dinero para pagarlas, y que además se las deje de gravar injustamente por el IFPF, porque las pensiones no son renta del trabajo, la única solución es que el Estado deje de derrochar. Es decir, que deje de utilizar traductores de lenguas vernáculas y dialectos y que use únicamente el español, por ahorrar dinero y por actuar de forma lógica. También que se deje de utilizar el Falcon de forma caprichosa y que las vacaciones de los políticos no corran a cargo del Estado.
Por supuesto que esos gastos que he mencionado no son más que el chocolate del loro, pero ocurre que hay muchos loros y mucho gasto que no conlleva un beneficio para el contribuyente.
Hay muchas que suprimir en esta España de las Autonomías, que se instituyeron pensando en acercar el Estado al ciudadano y han terminado por utilizarse para exprimirlo, manipularlo y acogotarlo, imponiéndole normas absurdas y haciéndole creer que es por su bien. El final de esta vía, por mucho que manipulen y engañen, es el colapso. Y, luego, la historia se encarga de averiguar la verdad.

No hay comentarios: