Bárcenas, el extesorero

El titular de El País dice 'ya está en la cárcel'. Es significativo ese ya. Y no habiendo otra salida para Bárcenas que la cárcel sonroja la actitud del PP.

Se conoce que en este partido confían en que su extesorero comprenda que si tira de la manta no va a ganar nada y que, por otra parte, les esté agradecido a los que han hecho lo posible por evitarle la cárcel. Puesto que no ha sido posible salvarlo, que se conforme pensando en que lo “bailao” no se lo quita nadie. Y que tenga en cuenta que gracias al partido ha esquiado mucho, etc.

No cabe desdeñar que todo quede en Bárcenas y que los votantes olviden lo ocurrido. Los votantes españoles perdonan todo, o casi todo, a los líderes de los partidos de sus preferencias.

En España, unas cosas se toleran más y otras menos. La corrupción de los propios es una de las que más.

Desde que empezó a salir en los papeles, hace algún tiempo ya de eso, Bárcenas no ha hecho más que dañar a su partido y de rebote a España. Lo propio hubiera sido que dimitiera y, lejos de eso, se atrincheró en su cargo, dando a entender con ello muchas cosas. Entre otras, su egoísmo extremo. De él debieron ser conscientes quienes le nombraron y le mantuvieron tanto tiempo en el cargo. Es imposible que no se percataran de esta característica suya y si le permitieron seguir ejerciendo en el partido sería por algo.

La falta de decisión en el partido también se ha visto. Han preferido que él se vaya haciendo el ánimo poco a poco a tomar una decisión fulminante, que hubiera sido lo procedente. La confianza en la fidelidad del electorado alcanza características dignas de figurar en una antología.

Y la desesperación de quienes desean un mundo mejor también es antológica.

'Todo es posible'

'Bélgica'

'Mala farma'

'Ascuas de luna'

'El secreto de Bretón'

'Nuestra mente maravillosa'

'La vida y obra de Teresa de Jesús contada a los niños'

'Calle Berlín, 109'