domingo, 16 de junio de 2013

Sin pruebas, dice

Dice Artur Mas, ese moisés catalán, que el fiscal acusa a Convergencia sin pruebas. Y que no le da miedo el juicio. Claro, en España, los poderosos, por torpes que sean, no tienen miedo al juicio.
El dinero desaparece. Y no vemos que haya ningún político en la cárcel. ¿Por qué tenía que ir Mas? Se acusa a Félix Millet, que está paseando por la calle, de graves delitos financieros, cometidos durante un largo periodo de tiempo.
Y no ha dimitido, ni presentado disculpas, ninguno de los que a lo largo de ese tiempo tuvieron la obligación de controlar el uso que daba Millet a los fondos públicos que se le entregaban.
Toda la oligarquía catalana, la alta y la baja, se le ha tirado, metafóricamente, al cuello a Millet, pero da la impresión de que lo que les molesta es que le hayan pillado, o bien que quieran desmarcarse públicamente de él, aunque no me extrañaría que en privado le hagan carantoñas.
Lo que no ha hecho todavía Mas, ni se espera que lo haga, es cómo pudo Millet desviar tanto dinero, durante tantos años, sin que nadie de la Generalidad Catalana se diera cuenta.
Por el feudo de Millet se acercaba a cobrar hasta Colom, que reconoció haber recibido 75000, cuando otras fuentes dicen que fueron 150 000, y quién sabe si fueron más.
Lo que ocurre en España viene a ser eso, palmo arriba, palmo abajo. No hay pruebas de nada, pero el dinero no está. Y como dijo Pujol, otro que tal, si tiramos de la manta nos haremos daño todos.
Mas lo ha resuelto en una frase que no se cree ni él: Espanya ens roba. Pero al que acusan de ladrón es a su partido. No me extrañaría nada que al final, por falta de pruebas, no pasara nada. Lo de que aparezca el dinero es más difícil.

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