sábado, 9 de mayo de 2015

Dicen que el catalán gana al castellano

Se refieren a la venta de libros en San Jorge, en la que se vendieron más libros en catalán que en español. Dicen mal, porque las lenguas no están en pugna, sino que sirven para que las gentes se comuniquen unas con otras.
Tampoco importa en qué lengua se lee, sino que se lea. Lo cierto es que la cultura se desarrolla en libertad. En donde imperan las imposiciones y las coacciones retrocede. Los medios que han dado la noticia de esta supuesta victoria del catalán sobre el español en Barcelona ilustran la misma con una foto en la que se ve a unos señores brindando con cava por el hecho. Quizá el cava no fuera Freixenet. El hecho de brindar por algo tan estúpido tiene un nombre.
Se me viene a la mente el caso de aquel gobierno autonómico que daba la publicidad institucional al periódico de mayor tirada, pero que cada día compraba el número de ejemplares de este medio en número suficiente para que se diera este requisito.
Es un error que la Constitución señale una lengua oficial y además dé pie a que los Estatutos de Autonomía también reconozcan otras lenguas oficiales, porque de ahí se han derivado muchos abusos y cuantiosos derroches. No debería ninguna lengua oficial y cada cual debería poder usar la que se le antojara, sin más límites que los que impone la educación. Quien se suma a una conversación debe usar la lengua que estén usando los demás. En un grupo en el que todos dominen dos o más lenguas deberían pactar previamente cuál de todas iban a usar, pero tampoco debería darse demasiada importancia a este punto. Cualquier colegio debería ser la libre para ofrecer la enseñanza en la lengua o lenguas que quisiera. Los centros de enseñanza pública deberían ser capaces de ofrecer la enseñanza en las lenguas que demandaran los alumnos. Y así sucesivamente.

No hay comentarios: