miércoles, 27 de mayo de 2015

El instinto político de Esperanza Aguirre

A pesar de que ella consiguió 563292 votos y él 249152, Esperanza Aguirre le ha ofrecido la alcaldía a Antonio Miguel Carmona.
Con ello ha conseguido escenificar que hay un pacto similar al del Tinell (las cosas suelen ser al revés de como las cuenta Juliana, que además le otorga credenciales de demócrata a Manuela Carmena porque trabajaba en el despacho de los abogados laboralistas asesinados; eso probaría, como mucho, que era antifranquista; los comunistas eran antifranquistas, pero no demócratas). Al PSOE no le interesa tanto gobernar como desalojar al PP. Este detalle puede enojar a los votantes del PP que se han quedado en casa o han optado por votar a Ciudadanos. Estos votos, en la medida que el desdén al PP se haga patente, podrían volver a las siguientes elecciones.
Antonio Miguel Carmona, con menos de la mitad de los votos que Esperanza Aguirre habría tenido ocasión de lucirse, hacerse un cartel y tal vez darle aire al PSOE para las generales. Ha optado por aupar a Manuela Carmena, que sabrá acaparar todo el protagonismo. Los 519210 votos de esta señora también son más del doble que los del socialista, que además aquí quedará en segundo plano.
Las propuestas de Carmena han de irritar a mucha gente, y de rebote perjudicarán a quienes la apoyan. Aguirre le ha reprochado su actitud con los presos de ETA y ella responde que cree en la reinserción. La mayoría de los españoles cree en la reinserción, pero es que todos no se pueden reinsertar. Los etarras que están en la calle no demuestran tener esa capacidad. Ni se arrepienten, ni piden perdón. No cabe duda de puestos en la tesitura volverían a hacer lo que hicieron. ¿Qué entiende Carmena por reinserción?
Lo triste del caso es la demostración palpable de que en España la inteligencia y los deseos de atender al bien común no rigen en la política, en donde el que no es pillo es sectario.

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