La
política española está de enhorabuena, porque se ha dado de baja
uno de sus peligrosos componentes. Hay tantos que su marcha apenas se
notaría, pero es que se ha ido como tantos, haciendo daño a su
partido.
Juan
Tortosa lo ha contado así en Público: «¿Quién
se ha cargado a Juan Carlos Monedero? ¿Montoro? ¿Soraya? ¿”El
País” y su particular manera de orientar las informaciones sobre
Podemos? ¿los periódicos amamantados por el PP? ¿el Ibex 35 que,
acojonado, ha puesto todas sus cañones a funcionar? ¿las luchas
internas del aparato de un partido recién nacido? Una cosa está
clara: le ha tocado los cojones mucho… a muchos.»
De
modo que las habilidades de Monedero consisten en saber tocar los
cojones. A Tortosa se le ha olvidado decir que además escribe en
Aporrea.org, no
vaya a ser que lo lea y se dé cuenta de la clase de pieza que es su
amigo.
En
todo el artículo en defensa de Monedero Tortosa no saca a relucir ni
una sola propuesta suya,
y es que no hay ninguna que merezca la pena considerar.
Pero
el partido al que realmente temen todos esos que ha citado Tortosa es
UPyD, que
es el partido que actúa, con iniciativas parlamentarias; que asusta
con iniciativas decentes y necesarias, como es la separación
efectiva de poderes (la
independencia judicial pone de los nervios a muchos, pero
no es probable que interese mucho a Podemos, dada sus simpatías con
los regímenes venezolano e iraní); que
actúa, mediante la presentación de querellas, como la de Bankia,
sin la cual no habrían aflorado tantas cosas. Sin
la citada querella, lo más probable es que Olivas, Rato y otros,
siguieran siendo unos señores hasta el fin de los tiempos. El
problema que ha UPyD a la justicia con esa querella es grande.
Lo
de Monedero es de risa, pero en la España actual hay muchos
personajillos como ese que viven o desean vivir a costa de los
contribuyentes.
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