sábado, 30 de mayo de 2015

La resistencia de los materiales que dice G. Morán

Tengo entendido que Gregorio Morán ha escrito dos libros sobre Adolfo Suárez, uno poniéndolo verde y el otro matizando lo dicho anteriormente. Cada vez tengo menos interés en leerlos.
Adolfo Suárez tenía defectos, como todo el mundo, pero también tuvo cualidades, algunas de ellas muy raras, y fueron estas últimas las que le permitieron llevar a cabo la Transición. No hay mucha gente capaz de hacer eso. La Transición en manos de cualquier otro, probablemente, habría sido un desastre. En el posterior proceso constituyente ya tuvo menos influencia.
Esas cualidades de Adolfo Suárez son invisibles para muchos, y nadie puede hablar de lo que no ve.
La experiencia demuestra que todo sectario detecta enseguida a quienes no son de los suyos, y a esos no les da ni agua.
En los artículos de Gregorio Morán no se ve que quiera la regeneración del sistema, sino el triunfo de los suyos, que son, los que Ignacio Camacho dice irónicamente, los del lado correcto, o sea, los de la izquierda.
El PP es la derecha, pero ese detalle no proporciona suficientes argumentos para justificar el aborrecimiento, había que añadir algo más para poder exhibir ese sentimiento, al que, de otro lado, tampoco se quería renunciar. La corrupción viene llenar ese hueco. ¡Ah!, pero es que el PSOE también es corrupto. La aparición de otra marca de izquierda dizque inmaculada viene a solucionar el problema.
Lo que le interesa a Gregorio Morán no es saber si los partidos emergentes van a luchar por la separación efectiva de poderes, por la eliminación del voto imperativo y por la supresión de todos los organismos e instituciones prescindibles, sino si sabrán mantenerse firmes frente al Ibex. Hay que tener presente que si el Ibex se hunde todos nos vamos a pique. Una cosa es que los organismos de control funcionen y otra tener al Ibex como enemigo.

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