Alguien tan manifiestamente irresponsable como Zapatero, tras derogar por la brava y a toda prisa el PHN que antes se había negado en redondo a pactar, manifestó entre risas que en el futuro ya ni siquiera se podría plantear un plan como ese. Pudo decir eso porque su plan para desbaratarlo para siempre consistió en desatar todos los egoísmos, de tal modo que hasta el PP, antiguo promotor del PHN, ha caído en la trampa.
Ahora se dice que el dueño del agua es quien la ve pasar por delante de su casa. Nada que ver con aquello que dijo Bono en su día de que el agua no es de nadie en particular, sino que debe llegar a quien la necesita. Juan Benet soñaba con una red de embalses, todos interconectados entre sí, para llevar el agua en cada momento a donde fuese más necesaria. Ahora se cuenta además con la posibilidad de las desalinizadoras. O sea, en cada momento se podría utilizar lo más conveniente para llenar los pantanos, el agua sobrante de los ríos, cuando la hubiera, o la de las desalinizadoras en tiempos de sequía.
Pero a Zapatero no le interesa la solidaridad ni el reparto justo de lo que hay, sino que para él es obvio que siempre ha de hacer lo contrario que el PP. Y en su empeño de aniquilar al PP (¡cuánto le debe de haber dolido el pacto del País Vasco!), va destrozando todo lo que se encuentra por el camino, como aquel que tratando de matar una mosca va rompiendo cuadros colgados en las paredes, vajillas y porcelanas chinas. (Alfonso Guerra, aquel que dijo “vamos a dejar España de tal manera que no la conocerá ni la madre que la parió”, debe de estar atónito). La tierra no es de nadie, salvo del viento, dijo el “poeta”. Pero la inspiración no le llegó para el agua.
'El fundamentalismo democrático'
Ahora se dice que el dueño del agua es quien la ve pasar por delante de su casa. Nada que ver con aquello que dijo Bono en su día de que el agua no es de nadie en particular, sino que debe llegar a quien la necesita. Juan Benet soñaba con una red de embalses, todos interconectados entre sí, para llevar el agua en cada momento a donde fuese más necesaria. Ahora se cuenta además con la posibilidad de las desalinizadoras. O sea, en cada momento se podría utilizar lo más conveniente para llenar los pantanos, el agua sobrante de los ríos, cuando la hubiera, o la de las desalinizadoras en tiempos de sequía.
Pero a Zapatero no le interesa la solidaridad ni el reparto justo de lo que hay, sino que para él es obvio que siempre ha de hacer lo contrario que el PP. Y en su empeño de aniquilar al PP (¡cuánto le debe de haber dolido el pacto del País Vasco!), va destrozando todo lo que se encuentra por el camino, como aquel que tratando de matar una mosca va rompiendo cuadros colgados en las paredes, vajillas y porcelanas chinas. (Alfonso Guerra, aquel que dijo “vamos a dejar España de tal manera que no la conocerá ni la madre que la parió”, debe de estar atónito). La tierra no es de nadie, salvo del viento, dijo el “poeta”. Pero la inspiración no le llegó para el agua.
'El fundamentalismo democrático'
1 comentario:
Qué tal raza, como no se vela por la distribución del líquido vital de modo equitativo para favorecer a todos. Es una obligación de todos los responsables del gobierno.
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