Se quejan los periódicos de que pierden lectores, algunos a chorro, y de que el negocio ya no es lo que era, pero poco hacen por recuperarlos. Hoy en día se despide a los colaboradores (a veces muy ligados a la casa) y redactores, a menudo sin miramientos de ningún tipo. Si tan poco respeto se tiene por quienes se han esforzado por hacer crecer al medio y hasta los hay que convirtieron la redacción en su segundo hogar, ¿qué consideración pueden tener por los lectores?
Hoy El Periódico se apunta a lo que nunca falla en Cataluña: el tiro al PP. Lo que no hará es criticar al tripartito, eso sí que no. Eso sería considerado como un ataque a Cataluña. Como mucho se permitirá criticar a Millet, pero ni a uno sólo de los muchos que tenían la obligación de vigilarle. Es de suponer que los artículos de Félix de Azúa deben de escocer mucho, pero quizá al mismo tiempo les sirven de pretexto para ser considerado como un periódico “plural”.
El editorial de hoy critica al PP por proponer la cadena perpetua. El Periódico, en alguna de sus conclusiones dice que España tiene un sistema penal más severo que otros países de su entorno. Sin embargo, las burlas de algunos peligrosos delincuentes, como Otegi, De Juana, y otros, a la justicia hacen pensar lo contrario. Esta vez es el periódico el que bendice la Constitución y recuerda que el artículo 25 establece que las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social. Pero aquellos que redactaron la Constitución y quienes configuraron el sistema político español estaban muy pagados de sí mismos y de su propia inserción en los libros de historia y no se dieron cuenta de que le abrían la puerta al demonio (dando un excesivo e injusto poder a los nacionalistas), ensimismados como estaban en su propia bondad. ¿Y qué hacer con los que no quieren ser reinsertados? ¿Cómo reeducar a quienes no renuncian a sus deseos de matar? Esa no era la cuestión, lo que quería El Periódico era atacar al PP.
Hoy El Periódico se apunta a lo que nunca falla en Cataluña: el tiro al PP. Lo que no hará es criticar al tripartito, eso sí que no. Eso sería considerado como un ataque a Cataluña. Como mucho se permitirá criticar a Millet, pero ni a uno sólo de los muchos que tenían la obligación de vigilarle. Es de suponer que los artículos de Félix de Azúa deben de escocer mucho, pero quizá al mismo tiempo les sirven de pretexto para ser considerado como un periódico “plural”.
El editorial de hoy critica al PP por proponer la cadena perpetua. El Periódico, en alguna de sus conclusiones dice que España tiene un sistema penal más severo que otros países de su entorno. Sin embargo, las burlas de algunos peligrosos delincuentes, como Otegi, De Juana, y otros, a la justicia hacen pensar lo contrario. Esta vez es el periódico el que bendice la Constitución y recuerda que el artículo 25 establece que las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social. Pero aquellos que redactaron la Constitución y quienes configuraron el sistema político español estaban muy pagados de sí mismos y de su propia inserción en los libros de historia y no se dieron cuenta de que le abrían la puerta al demonio (dando un excesivo e injusto poder a los nacionalistas), ensimismados como estaban en su propia bondad. ¿Y qué hacer con los que no quieren ser reinsertados? ¿Cómo reeducar a quienes no renuncian a sus deseos de matar? Esa no era la cuestión, lo que quería El Periódico era atacar al PP.
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