Es sabido que los bancos vienen a ser como el lubricante que permite el funcionamiento del sistema. Sin lubricante, se produce el colapso. Los bancos son necesarios, pero pueden tomar decisiones desafortunadas. Un banco puede optar por prestar más atención al sector de la construcción que al industrial, porque le resulta más rentable.
Un banco puede decidir no financiar ideas, porque para ello hace falta una preparación que no pueden tener, y puede tomar decisiones arriesgadas que pongan en peligro su futuro. La cuestión es que hay que respetar su libertad empresarial, pero por otro lado no se puede dejar caer a los bancos. Si desaparecen todas las fábricas de automóviles de un país, éste puede seguir funcionando, cosa que no ocurre si desaparecen todos los bancos. Habrá que convenir entonces en que los bancos precisan de una mayor vigilancia que las demás empresas, aparte de unas normas de funcionamiento claras y precisas, dentro de las cuales se han de mover.
Si los bancos precisan normas y vigilancia especiales y a pesar de todo, si caen, hay que ayudarlos con fondos públicos, sus relaciones con los partidos políticos deberían ser claras, transparentes, a la vista de todos y controladas con mucha frecuencia por los organismos adecuados. Esto sería lo correcto. La realidad es que los bancos han perdonado al PSOE la casi totalidad de los 34 millones de euros que les debía. Resulta que el PSOE está criticando fuertemente al PP por el caso Gürtel. La cuestión es grave, pero la ciudadanía ha hecho menos caso del que sería esperar. Esto es así porque tampoco se fía del PSOE. El hecho de que los bancos hayan perdonado ese dinero al PSOE es, probablemente, mucho más grave que el Gürtel. Si luego la gente no va a votar que no se extrañe nadie. Lo raro es que aún vaya alguien.
Un banco puede decidir no financiar ideas, porque para ello hace falta una preparación que no pueden tener, y puede tomar decisiones arriesgadas que pongan en peligro su futuro. La cuestión es que hay que respetar su libertad empresarial, pero por otro lado no se puede dejar caer a los bancos. Si desaparecen todas las fábricas de automóviles de un país, éste puede seguir funcionando, cosa que no ocurre si desaparecen todos los bancos. Habrá que convenir entonces en que los bancos precisan de una mayor vigilancia que las demás empresas, aparte de unas normas de funcionamiento claras y precisas, dentro de las cuales se han de mover.
Si los bancos precisan normas y vigilancia especiales y a pesar de todo, si caen, hay que ayudarlos con fondos públicos, sus relaciones con los partidos políticos deberían ser claras, transparentes, a la vista de todos y controladas con mucha frecuencia por los organismos adecuados. Esto sería lo correcto. La realidad es que los bancos han perdonado al PSOE la casi totalidad de los 34 millones de euros que les debía. Resulta que el PSOE está criticando fuertemente al PP por el caso Gürtel. La cuestión es grave, pero la ciudadanía ha hecho menos caso del que sería esperar. Esto es así porque tampoco se fía del PSOE. El hecho de que los bancos hayan perdonado ese dinero al PSOE es, probablemente, mucho más grave que el Gürtel. Si luego la gente no va a votar que no se extrañe nadie. Lo raro es que aún vaya alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario