El sujeto que preside Venezuela, que tiene por nombre Hugo Chávez, y al que algunos españoles defienden, ha decidido que su país abandone la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sorprende que el gobierno español se la coja con papel de fumar al tratar con el gobierno de Honduras y en cambio sea tan complaciente con este Chávez, que ha dicho que Santiago Cantón, el secretario de CIDH es excremento puro.
Me atrevería a sugerirle a Moratinos que cuando este “señor” vuelva a España, en lugar de sentarlo en la mesa con el Rey, debería acomodarlo con John Cobra, pero lejos de cualquier cámara de televisión, no vaya a ser que se arme una buena y resulte el programa más visto de todos los tiempos. Por cierto, que el tal John Cobra también parece adecuado para entenderse con otros personajes con los que trata últimamente Moratinos, como los gobernantes de Gibraltar, los enviados de Mohamed, o Evo Morales.
Chávez no está conforme con la citada Comisión porque ésta ha emitido un informe en el que dice que su gobierno está creando un ambiente de intolerancia política, cosa que también podría estar sucediendo en España o, al menos, en algunos lugares de España; faltaría saber lo que diría esa Comisión de nuestro país. En concreto, señala que en Venezuela hay concentración de poderes y represión de las libertades civiles, estando además coartado el derecho a la protesta pacífica.
Chávez, como es público y notorio, no puede tolerar que le digan las verdades, motivo por el cual se ha apresurado a señalar que esos informes están patrocinados por el imperialismo yanqui, nada que ver con el imperialismo boliviarano, que se permite la libertad de apoyar al grupo terrorista FARC y encima acusar a Colombia de agredir a Venezuela. Si Bolívar saliera de su tumba, Chávez no sabría donde esconderse.
Me atrevería a sugerirle a Moratinos que cuando este “señor” vuelva a España, en lugar de sentarlo en la mesa con el Rey, debería acomodarlo con John Cobra, pero lejos de cualquier cámara de televisión, no vaya a ser que se arme una buena y resulte el programa más visto de todos los tiempos. Por cierto, que el tal John Cobra también parece adecuado para entenderse con otros personajes con los que trata últimamente Moratinos, como los gobernantes de Gibraltar, los enviados de Mohamed, o Evo Morales.
Chávez no está conforme con la citada Comisión porque ésta ha emitido un informe en el que dice que su gobierno está creando un ambiente de intolerancia política, cosa que también podría estar sucediendo en España o, al menos, en algunos lugares de España; faltaría saber lo que diría esa Comisión de nuestro país. En concreto, señala que en Venezuela hay concentración de poderes y represión de las libertades civiles, estando además coartado el derecho a la protesta pacífica.
Chávez, como es público y notorio, no puede tolerar que le digan las verdades, motivo por el cual se ha apresurado a señalar que esos informes están patrocinados por el imperialismo yanqui, nada que ver con el imperialismo boliviarano, que se permite la libertad de apoyar al grupo terrorista FARC y encima acusar a Colombia de agredir a Venezuela. Si Bolívar saliera de su tumba, Chávez no sabría donde esconderse.
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