No era la primera vez que Jesús Neira se encaraba con una mujer que estaba siendo maltratada. Es más, tras la lectura de Diario de Jesús Neira queda el convencimiento de que Jesús Neira no puede hacer otra cosa que rebelarse ante un episodio de este tipo. No podría perdonarse a sí mismo si se quedara impasible.
La cuestión es que a resultas de aquella intervención, fue agredido traicioneramente por el maltratador y tras algunas peripecias que no dejan bien parados a algunos médicos, quedó en coma. Quien le dejó en tal estado ha quedado en libertad y al parecer la decisión judicial no es incorrecta desde el prisma legal.
Durante el mucho tiempo que Jesús Neira estuvo en coma, la mujer a la que defendió estuvo apareciendo en programas de televisión, lucrándose con ello, y criticando a quien la había defendido y negando que estuviera siendo agredida cuando ocurrieron los hechos. Hay gente que puede ver esos programas sin vomitar; en esta vida unos tienen el estómago más duro que otros. Si no la hubiera estado agrediendo a ella tampoco lo hubiera agredido a él. Este sujeto, además, fue capaz de presentar una denuncia el 6 de octubre contra el propio Jesús Neira, con que ahí el grado de arrepentimiento al que ha llegado.
Uno de los motivos por los que queda libre es la mejoría que va experimentando Jesús Neira en su salud. Como si el tiempo que estuvo en coma no le hubiera dejado secuelas irreversibles, como si la angustia que pasó su esposa, Isabel Cepeda, no contara.
La situación queda de este modo: Jesús Neira e Isabel Cepeda arrastrarán durante toda su vida las secuelas de la agresión. Por el otro lado, sus agresores irán de televisión en televisión haciendo dinero con la historia. Es posible que celebren el día en que montaron su numerito cuando Jesús Neira pasaba por allí.
La cuestión es que a resultas de aquella intervención, fue agredido traicioneramente por el maltratador y tras algunas peripecias que no dejan bien parados a algunos médicos, quedó en coma. Quien le dejó en tal estado ha quedado en libertad y al parecer la decisión judicial no es incorrecta desde el prisma legal.
Durante el mucho tiempo que Jesús Neira estuvo en coma, la mujer a la que defendió estuvo apareciendo en programas de televisión, lucrándose con ello, y criticando a quien la había defendido y negando que estuviera siendo agredida cuando ocurrieron los hechos. Hay gente que puede ver esos programas sin vomitar; en esta vida unos tienen el estómago más duro que otros. Si no la hubiera estado agrediendo a ella tampoco lo hubiera agredido a él. Este sujeto, además, fue capaz de presentar una denuncia el 6 de octubre contra el propio Jesús Neira, con que ahí el grado de arrepentimiento al que ha llegado.
Uno de los motivos por los que queda libre es la mejoría que va experimentando Jesús Neira en su salud. Como si el tiempo que estuvo en coma no le hubiera dejado secuelas irreversibles, como si la angustia que pasó su esposa, Isabel Cepeda, no contara.
La situación queda de este modo: Jesús Neira e Isabel Cepeda arrastrarán durante toda su vida las secuelas de la agresión. Por el otro lado, sus agresores irán de televisión en televisión haciendo dinero con la historia. Es posible que celebren el día en que montaron su numerito cuando Jesús Neira pasaba por allí.
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