miércoles, 23 de febrero de 2011

23-F, trigésimo aniversario

Hoy, trigésimo aniversario del golpe de Estado, es un buen día para meditar sobre muchos de los lugares comunes con los que nos asedian. En primer lugar, se nos dice que quienes llevaron a cabo la Transición estaban henchidos de generosidad. Y que rebosaban de espíritu democrático.
Sin embargo, resulta que había una gran conspiración, o un conato de conspiración, para quitar de en medio a Adolfo Suárez por medios no democráticos. Otra cuestión a tener en cuenta es que tras el 23-F, Leopoldo Calvo Sotelo dijo que en algún sitio había que poner la raya, porque si se enjuiciaba a todos los que habían tenido algo que ver con el golpe, no quedaría casi nadie. Creo que llegó a decir que el número de implicados podría llegar a 3000.
Lo que hay que tener en cuenta es que esos fueron los artífices de la Constitución que padecemos y que ha propiciado el colapso actual. El espíritu democrático que los iluminaba está a la vista. Se ha dicho también que Adolfo Suárez fue elegido para llevar a cabo la Transición, en tiempos dictatoriales, por su doblez. En el transcurrir del tiempo esta gente de ideas fijas ya no cambió de parecer. Adolfo Suárez planeó minuciosamente la Transición, junto con el entonces Príncipe, durante 1968 y 1969. Ignoro cuál era el grado de autoestima de Adolfo Suárez durante aquellos tiempos, pero durante la realización de la tarea que tenía encomendada, es decir convertir la dictadura en una democracia, se dio cuenta de que entre los que le rodeaban, de su partido y de los otros, era el único capaz de hacerlo. Pero todos siguieron menospreciándolo (vista de lince se llama la figura), y él, que esperaba el aplauso que había merecido, se encontró con que todos conspiraban contra él. Como estaba tan atento a todo, fue el único que vio venir el golpe, y trató de evitarlo, mientras que quienes lo propiciaron estaban en la inopia y él y Manuel Gutiérrez Mellado, también objeto de críticas y menosprecios, fueron los únicos que defendieron la democracia. Pero ya sabemos que no lo es. Es una dictadura de partidos.
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