Con la misma irresponsabilidad con que los países democráticos tienen abandonados a su suerte a los ciudadanos de los países islámicos, se saludan ahora las revueltas que tienen lugar en esos países. La irresponsabilidad es tal que se llega incluso a apoyar a los sangrientos dictadores que controlan sus países con métodos brutales.
Tradicionalmente, las relaciones entre las naciones del mundo se han atenido a los intereses de cada una de ellas, sin hacer cuenta de lo demás. Eso explica que una nación con gran raigambre democrática, como es Francia, pueda apoyar a alguien tan brutal como Mohamed. Pero el mundo ha cambiado mucho y a las naciones les cuesta adaptarse a los nuevos tiempos, porque ello requeriría dejar de lado la prepotencia con que las naciones poderosas suelen trata a las que lo son menos.
Uno de los signos que muestran la decadencia es que quienes la sufren se niegan a ver las señales peligrosas que se ciernen sobre ellos. Por ejemplo, la crisis que estamos sufriendo, de tan catastróficas consecuencias, que nadie atinó a predecir. Otra más, el mundo islámico es un polvorín y no se tiene en cuenta este detalle. Los gobiernos democráticos se limitan a pactar con sus gobernantes, o apoyarlos en algunos casos. Sería aconsejable que comprendieran que la ley de la fuerza ya es impotente para gobernar el mundo y que un día u otro, y cuanto más tarden más peligro habrá, tendrán que elaborar una estrategia común para tratar con los países no democráticos. Esta estrategia común ha de desembocar necesariamente en el establecimiento de la ONU como nuevo garante del orden mundial. Y el modo de dejar sin argumentos a sus enemigos no puede ser otro que el que sea claro y obvio que este organismo, en sus resoluciones, busque la solución más justa. Lo utópico hoy en día es intentar mantener el orden mediante la fuerza o imponer soluciones injustas y pretender que se respeten.
'Ajuste de cuentas'
'En defensa de las vacunas'
'Les Xanes'
'Don Quijote de la Mancha para Estudiantes'
'Platero y yo contado a los niños'
'Mal consentido'
'Factor Emocional'
'Leyendas de Bécquer contadas a los niños'
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