jueves, 26 de junio de 2014

El pesimismo de Felipe González

Felipe González, quizá el dirigente que más poder ha tenido España en toda su historia se muestra pesimista con respecto al PSOE.
Lo que ocurre es que Felipe González nunca estuvo a la altura de lo que se esperaba de él, y ahí le duele. Lo que no le perdonarán nunca los socialistas que tanto esperaron de él es que no demostrara que es mejor persona que quienes le precedieron. Sabe que no dio la talla y que incluso alguien tan inane como Zapatero pretendió enmendarle la plana. Felipe González se extraña de que haya perdido todo su ascendiente en el PSOE. Y se duele de que este partido vaya a acabar mal.
Es curioso, no obstante, que alguien que ha sido presidente del gobierno de España, y parecía que por toda la eternidad, y además tuvo una influencia decisiva en la redacción de la Constitución, no deje traslucir ninguna duda con respecto a su posible responsabilidad con respecto a las cosas que tanto le preocupan.
Y es que da la impresión de que puesto que en España han imperado los absolutismos y las dictaduras, el infantilismo prima en nuestro país. Aquí nadie se siente responsable de nada. Llega uno al poder, quien sea, hace como los niños con los juguetes que les dejan los Reyes Magos, y luego, si se inunda la casa, no tiene culpa de nada. ¿Por qué tenía que sentirse culpable de algo Felipe González? ¿Por qué José María Aznar?
La cuestión es que no sólo el PSOE está hecho unos zorros y a punto de desaparecer, como teme Felipe González (¡Felipe, capullo, queremos un hijo tuyo!, le gritaban), sino que la situación española, en general, es francamente preocupante.
Felipe González decía que se preocupaba por los pobres y ahora los pobres lo están pasando muy mal y algunos que fueron aliados suyos (y también de Aznar) los están enredando en guerras que no son las suyas.

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