Piden que se ate en corto a los jueces

En mi opinión, hay dos motivos por los que la democracia española ha fracasado. Uno de ellos es considerar que los nacionalistas son demócratas. Eran antifranquistas, que no es lo mismo. Ya se ha visto, a lo largo del tiempo, el gusto que tienen por imponer su criterio aprovechando todos los resquicios legales y debilidades del sistema.

El otro motivo es el miedo a la libertad. Miedo a conceder la libertad a los ciudadanos. Ese afán de tenerlo todo bajo control ha impedido que funcionen los contrapoderes y de ahí a la corrupción total hay un paso.

Por un lado, los constituyentes quisieron creerse muy demócratas y otorgaron excesivas facilidades a los enemigos de la democracia. Por el otro lado, tuvieron miedo a la democracia y restringieron mucho las libertades.

Si los nacionalistas hubieran tenido que comportarse de forma democrática es posible que hubieran desaparecido ya del mapa político. En cambio, los que están en peligro de desaparecer son el PP y el PSOE.

Rubalcaba, prisionero de su historial, se ha visto incapaz de enderezar el rumbo del PSOE; Felipe González teme que desaparezca, pero no se considera culpable de nada: Zapatero está contando nubes, a lo mejor.

Rajoy no sabe hacer nada mejor que fumar puros y Aznar tampoco se considera culpable de nada.

El asunto está mal.

Sería indispensable que los jueces fueran totalmente independientes para poder empezar a soñar en la salida de la crisis. Y que tuvieran también presupuesto propio, para que no dependieran del gobierno en ningún aspecto.

No es de esperar que el PP o el PSOE se atrevan a dar ese paso. Es más, existen elementos que piden que restrinja aún más la libertad de los jueces. Así no puede haber justicia, ni tampoco democracia, ni los ciudadanos pueden tener fe en el sistema, condición indispensable para salir de la crisis.

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