miércoles, 30 de julio de 2014

El papa debería excomulgar a algunos curas

Si se escribe en Google cien curas vascos, en el resultado de la búsqueda aparece una serie de noticias que para mí son fechorías. Supongo que a los Bildu y a los tibios les parecerá otra cosa. Por cierto, qué cosa esa la de ser tibio. Y hay tibios que van a misa y se tienen por muy buenas personas. Lógicamente, eso es un imposible metafísico.
El caso es que hay cien curas que han protestado contra el obispo de San Sebastián. Y en su protesta se declaran como nacionalistas, o sea la mayor peste inventada por el ser humano. Y ahora le preguntaría yo al papa que cómo es que no los ha excomulgado todavía.
La Iglesia está muy acostumbrada a pedir dinero, pero mientras albergue a tipos de estos entre sus filas no se le debería dar ni un céntimo.
Es que si estos curas hubieran protestado antes contra Setién y contra Uriarte. Pero no, lo que hacían estos dos impresentables, tampoco excomulgados por el papa, les parecía bien.
El nacionalismo se basa en el odio al otro y en la exaltación enfermiza de lo propio. ¿Qué tiene eso que ver con la Iglesia Católica? ¿Por qué permiten esas conductas las autoridades religiosas?
Entre los firmantes de la carta hay uno que sufrió pena de cárcel por etarra. Creo que hubiera sido más justo que estuviera al menos el doble de tiempo. El juez que lo condenó interpretó como atenuante lo que sin duda era agravante.
Es poco probable que los integrantes de este subproducto clerical se hayan interesado por las víctimas del terrorismo, por la salvaguardia de su dignidad y por los crímenes sin resolver. A lo largo de su escrito demuestran que las personas les importan poco. Hablan de 'la pacificación de nuestro pueblo'. ¿Qué 'nuestro pueblo'? ¿'Qué pacificación'? Hay una banda criminal cuyos integrantes se burlan de las víctimas y de todos.
Es un error gravísimo del papa que no expulse fulminantemente a esos tipos de la Iglesia.
 

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