domingo, 25 de octubre de 2015

La deriva de Jesús Cacho

Parece ser que el director de VozPópuli opta por el tramposete Alberto Rivera. Es habitual en el panorama periodístico español que se ensalcen aquellas cosas que favorecen al político favorito de quien manda en la publicación y se oculten aquellas que le perjudican.
Los medios nacieron para informar al público, pero vienen cambiando esta función por la de manipulación de las masas, quizá porque las masas no quieren ser informadas, sino que desean reafirmarse en su elección.
Hace tiempo estuve informando a un escritor y abogado, bastante sensato, sobre algunos aspectos del partido que estaba defendiendo en aquel momento. Le di datos objetivos y contrastables. Me reafirmo en mi decisión, fue su respuesta, sin dar ninguna otra justificación. Es decir, aquí la gente no deja que la realidad le estropee su historia.
Un buen amigo que los trató a todos me dijo que a ninguno de los tres mejores directores de periódico españoles de los últimos tiempos, Emilio Romero, Luis María Anson y Pedro J. Ramírez, les importaba la verdad. Quizá tampoco tuvieran mucho margen de maniobra. El director se debe a su público y ellos le daban lo que supuestamente quería, que en realidad era lo que querían darle ellos, debidamente disfrazado.
No es de extrañar que ahora Pedro J. dé rienda suelta a su rencor contra Rajoy, disimulando que proviene de aquellos tiempos en que optó por Aguirre y perdió la partida, y se muestre amistoso con el boberas de Snchz, que si lo comparamos con Borrell o Redondo Terreros todavía es más bobo. Ante el desafío catalufo, Rajoy genera más confianza que Aznar o Snchz. Pedro J., que no soporta bien que le traicionen a él, da por correcta la actuación de Sosa Wagner.
Obvian unos y otros la brutal campaña en su contra que sufrió Rosa Díez y que le apoyan dos de las personas más valiosas de España, como son Fernando Savater y Maite Pagazaurtundúa.

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