jueves, 4 de agosto de 2016

Rajoy acabará resultando simpático

Dos de los candidatos a la presidencia están intentando, mediante juegos de prestidigitación, presentarlo como culpable por el hecho de que todavía no haya gobierno.
Los ciudadanos pueden entender que tras los resultados electorales de diciembre los partidos no se pusieran de acuerdo, porque la cosa estaba bastante enmarañada, pero tras los del 26-J ya no hay excusa. Si se hubieran tenido en cuenta los intereses generales de la nación no se habría tardado ni una semana en configurar un gobierno con unas líneas de actuación claras. Y he aquí que prevalecen los intereses egoístas, no de los partidos, que también salen perjudicados, sino de sus propios líderes.
El tercero de los candidatos anda entretenido haciéndose carantoñas con Otegui y se espera que algún día lo bese en la boca. Eso es el amor, dice.
Hay gente capaz de aprender de cualquier cosa que tenga a mano o se le presente y se conoce que Rajoy le saca partido al Marca, porque la manera en que va sorteando todas las pedradas que le tiran es digna de estudio. Snchz ha dado muestras más que sobradas de que con él no hay que contar para nada. Lejos de su ánimo está la idea de convertirse en uno de esos héroes solidarios llenos de empatía hacia el prójimo. Riverita juega a las muñecas, es decir a hacer posturitas de chico digno, como si nunca hubiera jugado sucio. Los medios del Ibex35 ya le empujan hacia el gobierno.
Pero Rajoy puede pasar a la historia como el presidente bajo cuyo mandato fueron desarticulados totalmente los nacionalismos, a los que alentaron y ayudaron a crecer sus antecesores, que piensan que no tienen culpa de nada.
O sea que Rajoy pasará a la historia como un presidente que hizo algo muy meritorio y, además, lo hizo rodeado de inútiles. Riverita, Snchz e Iglesias, el azotador, pasarán a la historia junto con Rajoy. Menudo papelón el de esos.

No hay comentarios: