martes, 18 de octubre de 2016

Iceta es todo un descubrimiento

No saben los catalanes la joya que tienen. Si el ambiente que han generado los nacionalistas en Cataluña ya dificulta enormemente que razone con tino, porque allí se tiene lo antidemocrático por democrático y así todo, como ese oxímoron que es la izquierda nacionalista, Iceta añade confusión a la cosa.
Iceta canta (en sentido figurado, porque para él la ideología socialista consiste en odiar al PP), baila (en sentido real: mueve su tripita de un lado a otro), y se exalta con sus propias burradas (sería ofensivo llamar discurso a sus burradas).
Iceta rima con maceta, pero no creo que sea justo compararlo con una flor, porque lo suyo no es el brillo conceptual, sino el mimetismo con el ambiente, sea el que sea, a la caza del voto, pero para él, no para su partido.
El PSOE está inmerso en una crisis monumental, por su pérdida de identidad, producida por no tener ideología, lo que propició que fuera colonizado culturalmente por los nacionalistas. Ha llegado a la sima y lo que procede es analizar los motivos y ponerle remedio, si se puede. Pero a Iceta eso no le importa nada. Lo que le interesa es ser vitoreado por esos descerebrados que, cómo él, han perdido el norte y ya no saben hacia donde van.
Tampoco le importa a Iceta que se hunda España o que se empobrezca Cataluña, o que decenas de miles de personas que viven en precario sufran las consecuencias de la falta de gobierno.
Iceta es un tipo que sólo ve el mal en el PP, y fuera del PP no ve el mal en ningún otro y con ese alarde de inteligencia ya cree autorizado moralmente para influir en la vida de muchas personas. Borges dijo que la duda es el otro nombre de la inteligencia, pero eso es porque no conoció a Iceta

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