lunes, 3 de octubre de 2016

Las cosas de El País

Se conoce que cuando la gente vota lo contrario de lo que tiene establecido El País como correcto sus redactores pierden la cabeza y ya no saben lo que dicen.
Uno de los primeros titulares que he visto esta mañana en El País decía: “Colombia se asoma al abismo al rechazar la paz con las FARC”. ¿Cómo se va a asomar al abismo si está tratando de salir de él? No es lo mismo estar sentado en una redacción que haber padecido los embates de las FARC. Esto último condiciona mucho. Mario Mendoza explica en un vídeo, plausible, que merecía la pena votar que sí al acuerdo, pero los colombianos han decidido otra cosa y ahora veremos si saben encontrar otro camino hacia la tan ansiada paz. Uno de los principales escollos consiste seguramente en que la lucha con las FARC tampoco se ha desarrollado por los legítimos cauces de la ley y esta es una reivindicación que los terroristas pueden esgrimir.
En otra noticia del mismo diario, también de hoy, se da cuenta de un atraco a punta de pistola. Y yo no sé si en los manuales de estilo de este medio pone que las pistolas se afilan, para pinchar con ellas a quien sea.
En otro lugar habla de abstención patriótica, de donde resulta que causar perjuicios económicos y de todo tipo a la nación es patriotismo. Claro que esta no es la línea a editorial del periódico en ese punto concreto, sino que seguramente sigue la táctica de la Iglesia de adaptarse al poder establecido en cada punto. Eso lo dice en una región en la que el fanatismo, los delirios, las tergiversaciones y los sueños de grandeza del pasado están a la orden del día, porque ahí la historia no se investiga, sino que se sueña. Para leer cosas sensatas hay que recurrir a Dolca Cataluña y similares.

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