viernes, 2 de diciembre de 2016

Las cosas de Lidl

Dicen los políticos que no es que conviertan la política en su profesión, por más que algunos no hayan trabajado jamás en ninguna otra cosa, sino que tienen vocación de servir a los ciudadanos y a ese menester se entregan con todas sus fuerzas.
Eso es lo que dicen, sin embargo ha tenido que surgir un digital, Dolca Cataluña, quizá haya alguno más, para suplir la dejadez de esos políticos. Porque a pesar de que son incontables los que sienten la que parece ser incontenible vocación política y un número extraordinariamente grande de ellos consigue sus propósitos en este aspecto y que todos ellos juran o prometen cumplir y hacer cumplir la ley, lo cierto es que luego no cumplen esta promesa o juramento, y tampoco les pasa nada. No se les ve compungidos por ello y lo que realmente les preocupa es cobrar cada mes. La vocación de cobrar se impone a todo.
Y gracias a este digital he sabido que la cadena de supermercados Lidl omite el español en algunas regiones de España, con la más que probable intención de granjearse las simpatías los políticos felones -delincuentes cabe llamarles con todas las de la ley-, contando con que este hecho repugnante no trascenderá al resto de España porque los medios de comunicación harán lo posible para no perder un anunciante tan poderoso, como es esta cadena. Los buenos ciudadanos de esos lugares, que se sentirán ofendidos con esta actitud, están acostumbrados a que los pisoteen sin que ninguna autoridad mueva un dedo por ellos.
Más grave aún que este caso es el de las víctimas del terrorismo. Covite es una asociación que lucha por la dignidad de todos los españoles, incluidos los que no tienen ni quieren tener dignidad. Y lo hace contando tan solo con el apoyo quienes saben apreciar este esfuerzo.


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