lunes, 5 de diciembre de 2016

Contradictorio y ridículo Alfonso Guerra

Ha dicho Alfonso Guerra que el PSOE ha de poner fin al odio a la derecha como programa, para añadir que ha poner mucho más que eso en su discurso.
O sea, que está de acuerdo con que haya odio a la derecha, aunque este aspecto no debería ser el único componente del programa. Es curioso que algunos digan, tras tener noticia de estas afirmaciones suyas, que con los años ha ganado en sabiduría. Sobre todo teniendo en cuenta que remachó su sandez con esta otra muestra de su endeblez intelectual: «por mucho que la derecha haga méritos para odiarla.».
Evidentemente, el PSOE de hoy es heredero del que el contribuyó a fundar. Recuérdese que se trata del PSOE renovado, que barrió al PSOE histórico. Este PSOE de nuevo cuño, está edificado sobre la base del odio. Del odio a la derecha concretamente. Tenía otros adornos sin sustancia, que se han ido desprendiendo, y al final ha quedado únicamente el odio. También se coló el nacionalismo en los inicios de este PSOE renovado y ha ido creciendo y está pudriendo al partido. Recuérdese que el nacionalismo también se basa en el odio, y aunque se trate de un odio de otro signo al final todos los odios son iguales. Y todos son estúpidos.
Es torpe, además, Alfonso Guerra porque el odio es un sentimiento estéril, no hace ningún bien a quien lo siente, sino que lo perjudica. Pensar que alguien, simplemente por elegir una opción política, la derecha en este caso, ya puede ser catalogado como malo es una estupidez. Los dirigentes de un partido de derechas pueden ser incompetentes, e incluso nocivos, pero lo mismo pasa con los de la izquierda, y Alfonso Guerra tiene a unos cuantos en su partido que más valdría que los metiera en una pocilga. Pero no hay que sentir odio hacia ellos, sino tenerles compasión. ¡Pobres! Pobre Alfonso Guerra también.


No hay comentarios: