viernes, 6 de julio de 2018

Soraya va ganando

Las primarias del PP, al igual de las del PSOE, interesan a todos. Hay que recordar que las de este segundo partido han dado lugar luego a algunas catástrofes, de modo que hay que tomárselas en serio.
Estuve hablando hace poco con un amigo sobre esta cuestión. Ni él ni yo somos votantes del PP y ambos pensamos que una de las reformas urgentes que necesita España, precisamente la que le han aconsejado los empresarios al presidente del gobierno, es la de adelgazar la Administración, suprimiendo organismos duplicados y todo lo que sobra, y eso no parece que lo vaya a hacer el PP. El caso es que ambos convinimos en que dentro de la clase política actual, Soraya es la menos mala.
Escalofriante habría sido el triunfo de García Margallo, que con Catalá, está en el batallón de los peores ministros que ha tenido España.
Esperemos que reine la deportividad en el PP y que quienes tienen que decidir se den cuenta de que lo que está en juego es el bienestar de los españoles, tan amenazado por los impresentables que hay ahora en el gobierno.
Un señor que podría pasar perfectamente por director de sucursal bancaria se burla de Pablo Casado porque tiene aspecto de director de sucursal bancaria. Unos impresentables hacen chistes sobre el cadáver de Franco, sin tener ni idea de lo que dicen. Porque si hubieran vivido en su época habrían sido más franquistas que nadie: no se les ve madera de héroes, ni de ser capaces de sacrificar unas gambas por dignidad. Sí que les ve capaces de aplaudir a un coletas que se abraza al etarra Otegui, o a un Pedro Sánchez capaz de traicionarse a sí todas las veces que haga falta. Esos son los que se burlan de las primarias del PP y de los pocos que están al corriente de las cuotas, como si en los demás partidos fuese diferente.
Va ganando Soraya, pero hay que ver cómo queda al final, y genera optimismo el hecho de que ninguno de los dos finalistas puede ser tan catastrófico como Zapatero o Sánchez.

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