domingo, 2 de febrero de 2025

Los 50 euros de YolyParo

 

En YolyParo se dan dos circunstancias: al mismo tiempo que afana en arruinar de forma acelerada al mayor número posible de españoles, vive holgadamente a su costa. ¿Escrúpulos morales? Ninguno. En esta comunista no se sabe qué es mayor, si su ignorancia o su caradura.

Está en el gobierno, a pesar de que su inteligencia es inexistente, pero al PSOE no le preocupa esto, no dice nada sobre el particular. Los discursos de esta señora están pensados para gente tan estúpida como ella. Deberían avergonzar a todo el gobierno, a todo el PSOE, a toda la izquierda, pero no es así, no avergüenzan a nadie porque las gentes capaces de sentir vergüenza ya no están en el partido.

Bien, pues esta mujer que no tiene nada, salvo su ineptitud, digno de ser comentado viene presumiendo de haber dado 50 euros a los trabajadores para que puedan comprar pescado para sus hijos. Todo es mentira, ni es ella la que da los cincuenta euros, ni son cincuenta euros, ni es una medida que vaya a beneficiar a los trabajadores, sino a perjudicar a las empresas, por lo que las habrá que tendrán que reducir la plantilla.

Todos los que forman parte del gobierno actual, o lo apoyan, usan la técnica de hacer una barbaridad y presentarla al público como si hubieran hecho un bien, una genialidad incluso, y puesto que la legislación es la que es, porque unos tienen el espíritu avieso y otros están en babia, los ciudadanos están absolutamente desprotegidos, lo cual, naturalmente, es aprovechado por los gobernantes sin escrúpulos.

Todo apunta a que Sánchez, el Felón, caerá pronto. Ayer, 12000 voces, periódicamente, coreaban su nombre en Badalona. Gente joven, lo que hace muy difícil que pueda ganar unas elecciones. Mientras tanto, su ineptitud, y la de todos sus ministros y ministras, puede hacer que la actualidad política acabe con él. YolyParo no le puede sobrevivir.

Esos libros míos

sábado, 1 de febrero de 2025

Piden la dimisión de García Ortiz

 

Trece miembros de la Junta de Fiscales de Sala han pedido a García Ortiz que dimita. Lo han hecho con unos razonamientos imbatibles y será un honor para ellos que sus firmas aparezcan en esta petición.

Se puede aventurar que no accederá, porque no le importa quedar mal con todos, sino que su afición es obedecer al Secretario General del PSOE. Es posible, además, que le hayan prometido que si lo condenan Pumpido lo indultará o amnistiará.

Dicho esto, parece mentira que haya jueces y fiscales que obedezcan a alguien, cuando no deberían atender más que a los dictados de sus conciencias. Que las gentes del derecho no amen la justicia es un contrasentido, pero el devenir diario demuestra que abundan.

De todos modos, es muy arriesgado, para él, lo que hace este señor, porque a Sánchez nada le sale como lo tenía previsto, sino que lo suyo es ir poniendo parche sobre parche y cada vez se le ve más desesperado, más obligado a hacer concesiones y el miedo que tiene es que llegue el día en que no tenga nada que conceder.

Pero pueden pasar muchas más cosas. Que no fuera nadie, fuera de sus pelotas habituales, a escuchar su discurso tiene que haberle sentado muy mal, y después se ha sabido que le echó una bronca a Cuerpo porque actuó de forma ortodoxa, y eso no lo puede consentir, hay que plegarse ante quienes le apoyan, en este caso la más torpe y peor ministra de Trabajo de todos los tiempos.

El caso es que el fiscal general está enredado en una maraña, por querer ganar el relato, pero ha dado con alguien dispuesto a plantar cara, y por mucho que los panfletos, con El País a la cabeza, intenten confundir al personal la secuencia está clara, porque la policía ha sabido hacer su trabajo.

Ya hay varios que han dicho que Sánchez no llega al verano.

Esos libros míos