sábado, 26 de mayo de 2007

Al servicio de los ciudadanos

Algunas personas confían por completo en las ideologías, aunque para imponerlas tengan que pasar por encima de las personas. Por ejemplo, Hugo Chávez, que acaba de cerrar una televisión privada y se burla de quienes le critican. Huero de argumentos, le queda como único recurso el indecente descaro. No muy lejos de sus modales andan esos que arrojan explosivos o huevos o cualquier otra cosa a las sedes de los partidos democráticos. En la Comunidad Valenciana han recibido ataques algunas del PP y en el País Vasco, la situación es francamente peor. Quienes se centran en la ideología se empeñan en adoctrinar a las gentes y explicarles qué fechas tienen que recordar, qué idiomas tienen que hablar y a quienes tienen que odiar. El odio es fundamental para algunos modos de pensar.
Otros piensan que primero son las personas y entre ellos, hoy, pienso en Gaudí, que, por cierto, no tiene dedicada calle en Valencia. Ya podía J. Pujol haber insistido en esto, en lugar de entrometerse en lo que no le importaba ni le importa. ¿Conseguirá el ex president ser recordado durante más tiempo que el genial arquitecto?
Gaudí decía que son las máquinas las que han de ceder el paso a las personas y ahora el ayuntamiento de Barcelona acaba de dar la preferencia a las primeras, al autorizar el paso de las bicicletas por las aceras. Alguien que sí que tiene calle en Valencia es Gabriel Miró, que si apareciera ahora por Calpe, en donde también tiene calle, y viera todo lo que se ha construido alrededor del Peñón de Ifach, se echaría las manos a la cabeza. Quizá investigara los motivos por los que se ha llegado a esta situación y concluyera que es el resultado de la negociación que hubo para que España ingresara en el Mercado Común, en la que se aceptó que la economía española se basara en principalmente en el turismo. La inercia ha hecho luego todo lo demás. La solución en este caso no es otra que la regeneración democrática. Poner la política al servicio de los ciudadanos y no al revés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acabo de tirar un pedo tan redondo como este artículo. Si cae otro ya avisaré.

Vicente Torres dijo...

Anónimo:
A lo mejor se cree usted que es como Camilo José Cela, pero él daba la cara.