No me sorprende en absoluto el ambiente de crispación y radicalismo en que estan inmersos ustedes,los españoles, si nos atenemos a la falta de pluralidad informativa que ustedes parecen. No pueden escoger: o medios al servicio del PSOE o medios serviles al PP.En Catalunya las cosas son mas diáfanas. Si bien La Vanguardia es pro-CiU y anti ERC, el Periódico pro-PSC y el Punt y el 9Nou pro demócratas catalanistas y anti-nacionalista español; lo cierto es que ninguno de estos medios se acercan, ni por asomo, al sectarismo ultra de la COPE o Libertad Digital.En Catalunya la pluralidad informativa, se salva, basicamente, por los medios radiofónicos: Catalunya Ràdio, COMràdio, RAC1...En todas ellas se puede disfrutar de debates abiertos a todas las fuerzas políticas catalanas; desde los nacionalistas españoles del PP o Ciudadanos a los ex-comunistas de ICV, y eso a diario, no como una excepción. Pueden decir lo mismo de las emisoras con sede en Madrid o Valencia?...quizá...
Comentario por Tristany 21.05.07 @ 23:08
En el texto que antecede se da por hecho que Cataluña y España son naciones diferentes. No tendría mayor importancia si hubiera sido así desde antiguo. Sería la misma situación que la que existe entre España y Portugal. Pero Cataluña viene siendo parte de España desde antes que otras regiones españolas y la época actual ya no es exactamente la que era cuando se fraguaron las naciones. Tampoco todos los nacionalistas catalanes son iguales. No es lo mismo Duran Lleida que Carod. En Cataluña, primero las personas, fue el lema favorito de Duran en las últimas elecciones. Sin embargo, para el grueso de los nacionalistas, lo primero son las naciones. Lo curioso de estas gentes es que se solidarizan enseguida con los nacionalistas de cualquier lugar, excepto con los que llaman los nacionalistas españoles, que según Boadella, por ejemplo, no existen. Lo cierto es que resulta complicado ver banderas españolas y quizá esto es lo que pretenden quienes a toda hora están acusando al nacionalismo español de todos los males, mientras que otros nacionalismos traen todas las bondades del mundo. No me importa reiterarme, sin embargo, para advertir de nuevo dos de las características de estos nacionalismos, como son el odio y la agobiante presión sobre los no nacionalistas.
Lo que me preocupa de todo esto es ir comprobando que personas valiosas y con sentido del humor, como sin duda es el aludido Tristany, dedican sus afanes a la idea nacionalista y olvidan que el ser humano debe estar por encima de ella. ¿Por qué ese empeño de convencer a alguien que es mejor ser catalán que ser español? ¿Qué más da? ¿Qué aporta a una persona sentirse de un lugar o de otro?
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